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Gestación por sustitución
Duelo, Modelos familiares, Ovodonación, Reproducción asistida
 

 
Intervención psicológica en reproducción humana asistida. Tratamientos con donación de gametas: el duelo genético
 
Martínez, Patricia
Hallitus Instituto Médico
 
Aufiero, María
Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT)
 

 

Infertilidad

La problemática de la infertilidad humana abre un amplio y complejo campo cuyo abordaje solo puede pensarse desde la inter y multidisciplina. La parentalidad es una experiencia emocional, mental y física; es un proceso complejo que se inicia en los padres y recibe influencias desde lo social y desde las propias familias de origen. Dado que la reproducción humana es, definitivamente, un hecho que trasciende lo biológico, los problemas reproductivos convocan la mirada y la intervención de la Biología, la Psicología, la Sociología y el Derecho.

Desde hace varios años la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido a la infertilidad como una enfermedad. En la actualidad, el 15 % de la población mundial registra problemas reproductivos (OMS, 2023). El 30% de los problemas de infertilidad tienen su origen en la mujer, más específicamente en el factor edad; el 20% es atribuible al factor masculino y el porcentaje restante se atribuye a causas del grupo ESCA (esterilidad sin causa aparente). La Psicología aplicada a la Medicina Reproductiva intenta abordar los efectos emocionales devenidos de los diagnósticos y tratamientos de fertilización asistida, así como también el tratamiento de los cuadros emocionales que afectan la calidad reproductiva.

Dentro de las estadísticas actuales se ha conocido que el 76,8 % de los tratamientos de fertilidad genera algún tipo de trastorno psicológico, siendo los cuadros distímicos los más frecuentes luego del tercer intento fallido de búsqueda. Se estima que el 13 % de las mujeres que no logran embarazo luego de un primer intento desarrollan cuadros depresivos, por tal motivo las clínicas de fertilidad se inclinan, en su mayoría, por la indicación del acompañamiento terapéutico en los tratamientos de reproducción asistida.

Entre las múltiples áreas en las cuales el psicólogo aborda la problemática de la fertilidad encontramos su práctica en:

-Área de la pareja infértil

- Área de los nuevos modelos familiares. Demandas particulares de tratamiento de reproducción asistida

- Abordaje de padres aspirantes a donación de gametas

- Evaluación psicológica de donantes de gametas

 

Área de la pareja infértil

La mayoría de las parejas con problemas reproductivos refieren sentimientos de incompletud, no sintiéndose "del todo adultos" por el hecho de no poder tener hijos. No hay que olvidar que vivimos en una cultura que otorga el estatus de adulto a quien tiene ciertos logros y conquistas alcanzados.

En ocasiones desaparece el placer en la relación sexual. La presencia de disfunciones sexuales como consecuencia de la propia infertilidad alcanza un 60 %; asimismo estas parejas presentan una disminución en la frecuencia de relaciones sexuales, con disminución del placer.

Otras parejas registran variaciones en cuanto al grado de implicación de cada uno de los miembros de la pareja con relación al deseo del hijo. Los fracasos repetidos van socavando la confianza, generando altos niveles de depresión, al mismo tiempo que el aislamiento, los sentimientos de incompletud y la baja autoestima hacen que la pareja vaya perdiendo el sostén social y familiar.

Intervención del psicólogo en el área de la pareja infértil

Como hemos delineado en los párrafos anteriores, la búsqueda de un hijo muchas veces genera tristeza, abatimiento, desesperanza y otros sentimientos correlativos al espectro depresivo, generando mayor estrés y menor adhesividad al tratamiento médico. La aparición de psicopatología correlativa al eje de los trastornos de ansiedad y a los trastornos del estado de ánimo son indicadores de los procesos de duelo que los tratamientos de fertilidad conllevan. Aceptar la pérdida de la posibilidad de concebir "en forma natural" o aceptar una donación de gametas implica un proceso de duelo que es ineludible elaborar para poder avanzar en la búsqueda del hijo.

Estos cuadros depresivos, de ansiedad y de angustia requieren intervención psicoterapéutica y, a veces, también medicamentosa. La intervención medicamentosa debe ocurrir cuando la terapéutica por la palabra es insuficiente, como en la clínica general, siempre con previa interconsulta entre psiquiatra y médicos tratante para evaluar posibles interacciones.

La medición de los recursos personales e interpersonales con que cada persona cuenta a la hora de enfrentar la situaciones de crisis que desencadenan los duelos en reproducción asistida deben ser evaluados y registrados, a fin de tener un conocimiento acabado de las posibilidades adaptativas frente a los procesos de cambio que los tratamientos producen. Este registro se lleva a cabo en la entrevista clínica, y la evaluación de recursos puede realizarse a través de la administración de diferentes técnicas, como, por ejemplo, el Cuestionario de Desajuste Emocional en Reproducción Asistida (DERA) de la Sociedad Española de Fertilidad (Moreno-Rosset et al., 2008).

En este punto nos parece importante hacer un pequeño desarrollo sobre un concepto que entendemos constituye un proceso necesario a la hora de encarar un tratamiento de fertilidad: el duelo por la no consecución del embarazo de manera "enteramente natural". Aquí entonces queremos desarrollar brevemente el concepto de duelo y las particularidades que conlleva el mismo cuando se trata de la pérdida de embarazos o la pérdida de la posibilidad de engendrar un hijo sin intervención médica.

Duelo y maternidad

El duelo es una experiencia única que cada persona encarará con sus recursos y estilo. Se asienta sobre una personalidad previa y se produce en circunstancias determinadas y en un encuadre social concreto. Es un proceso normal que se sufre ante una pérdida importante, que permite elaborar lo sucedido y prepara para convivir con la ausencia de lo perdido. En un duelo se atraviesa por distintas fases:

-Shock

-Incredulidad, negación

-Ira, rabia, resentimiento

-Elaboración, mayor racionalidad, altibajos emocionales

-Finalización

El duelo se caracteriza por:

Síntomas afectivos: tristeza, llanto, sensación de irrealidad, enfado, rabia hostilidad;

Síntomas conductuales: inquietud, fatiga, necesidad de hablar sobre la pérdida, retraimiento social;

Síntomas cognitivos: preocupación, culpa, autorreproche;

Síntomas fisiológicos: pérdida de apetito, insomnio, anergia y quejas somáticos;

En el DSM 5 (APA, 2014) el duelo aparece en el capítulo "Otros objetos que pueden ser objeto de atención clínica", como Duelo No Complicado (V62.82). Esta categoría se aplica cuando el objeto de atención clínica es una reacción normal ante la muerte de un ser querido. Algunos individuos presentan síntomas característicos de un episodio de depresión mayor (tristeza, insomnio, falta de apetito, pérdida de peso). La duración del duelo normal varía considerablemente entre los distintos grupos culturales. Hay que hacer el diagnóstico diferencial con la depresión mayor.

Duelo patológico

Ocurre cuando los sentimientos persisten en el tiempo (algunos autores hablan de más de 6 meses, otros de más un año). A la persistencia en el tiempo de los síntomas del duelo, se suman:

-Disminución de la autoestima;

-Aparición de autorreproches, autocastigo, expectativa de castigo;

-El ánimo doloroso es mayor;

En el duelo patológico, continúa por más tiempo que en duelo normal el desinterés por el mundo exterior. La experiencia clínica nos dice que las áreas de vida afectadas son las siguientes:

AUTOESTIMA: mucha gente supone que la posibilidad de concebir es la capacidad principal e ineludible de la mujer y que ello le da identidad como tal. En algunas religiones (como en el judaísmo) esto se ve más marcado, ya que "reproducir y llenar la tierra" es uno de sus preceptos fundamentales. Así, el no concebir puede percibirse como una "falla degradante".

PÉRDIDA DE CONTROL: para algunas mujeres, del cuerpo, de la vida y de su habilidad para planear su futuro.

RELACIÓN CON PARES: sensación de exclusión de parejas enfocadas en hijos.

ESTRÉS MARITAL: algunas parejas se acoplan más mientras que otras se ven afectadas por la diferencia en cómo procesan la pérdida. Muchas mujeres pueden sentirse culpables frente a su pareja y esto estresa el vínculo.

VIDA SEXUAL: los abortos espontáneos a repetición pueden aumentar o generar descontento o desgano sexual.

La pérdida perinatal suele traer aparejado un duelo silenciado e invisibilizado, se lo suele vivir en soledad. El entorno social y familiar, cuando se entera, suele tender a intentar calmar el dolor alentando a que el próximo embarazo irá bien.

La intervención psicológica en el proceso de duelo favorece el éxito a la hora de afrontar un nuevo embarazo o tratamiento de reproducción. De acuerdo a nuestra experiencia clínica, la intervención psicológica facilita los siguientes procesos:

-Apunta a validar el dolor y reconocer la pérdida.

-Ayudar a no racionalizar.

-Permite dar lugar a sentimientos y emociones que en cada caso será singular, en función de la historia subjetiva de esa mujer y de esa pareja, y de la ilusión y expectativa puesta en ese embarazo en particular, en donde confluyen sentimientos y emociones conscientes y aspectos inconscientes.

Duelo para Freud (1917)

Para Freud "el duelo normal vence sin duda la pérdida de objeto" (1917). Duelo es la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga las veces de, como la patria, la libertad, un ideal, etcétera. En ese sentido, el duelo no sólo se presentaría frente a la muerte de un ser querido sino también con relación a situaciones que impliquen la evidencia para el sujeto de una falta o de algo que ha de dejar atrás y que no volverá a recuperar, pero que queda por siempre "en el recuerdo".

La elaboración de los duelos y de situaciones de crisis concomitantes a los tratamientos de fertilidad son procesos abordados desde la psicoterapia, así como también las implicancias y alcances en el aquí y ahora de estos procesos internos. El profesional interviene recopilando datos, eventos y experiencias de la realidad cuyo objetivo es generar estrategias cognitivas que le permitan al paciente enfrentar miedos y fantasías, desarmando creencias irracionales y desadaptativas. Las distintas intervenciones desde el campo de lo psi contribuyen en la transformación de un sufrimiento mudo a un dolor que puesto en palabras puede encontrar una salida posible.

 

Los nuevos modelos familiares

Las estructuras familiares han sufrido muchos cambios a lo largo de la historia y en este siglo los tratamientos de reproducción asistida han sido facilitadores de esos cambios. Muchos han sido los interrogantes que se generan a partir de los avances científico-tecnológicos en medicina reproductiva. Seguramente muchos más se irán abriendo con el paso del tiempo, dado que estamos presenciando el amanecer de una nueva era en la organización de la familia como núcleo social.

Las sociedades actuales presentan un complejo entramado basado en las características de las familias modernas, entre otros factores. En las familias actuales, los actores ocupan sus lugares y ejercen sus roles en función de la percepción subjetiva que tienen sobre sí mismos al sentirse hombre o mujer. Los roles son puntos de llegada luego de un largo camino de duelos e identificaciones en la evolución psico-afectiva del sujeto.

 

Familias monoparentales. Madres solas por elección

La Sociedad Española de Fertilidad, a través de su Grupo de Interés en Psicología Aplicada a la Medicina Reproductiva, plantea la existencia de dos "tipos" de familia monoparental femenina. Madres solas por elección o madres solas circunstanciales (Moreno et al., 2006). Las madres solas circunstanciales son aquellas que eligen este camino en "la circunstancia de estar solas", enfrentadas muchas veces a conflictos internos por cierta resistencia proveniente de la exigencia de sus ideales, su educación, presión social, etcétera. Estas madres se plantean la maternidad en solitario como algo circunstancial y hasta que aparezca el hombre que las pueda acompañar y "paternar a su hijo". Estas mujeres sostienen que solo alteran "el orden de los factores", pero el producto final sigue siendo el mismo. El modelo tradicional sigue vigente.

Por otro lado, tenemos a las madres solas por elección, cuya decisión está caracterizada por ausencia de conflicto con el Ideal, dado que la elección está por encima de la circunstancia que les toca vivir y la afrontan como tal. Las mujeres que recurren a la maternidad en solitario pueden acudir a un banco de semen y/o donación de óvulos, si fuera necesario. La donación de semen de banco para una inseminación artificial es una técnica de baja complejidad y también de bajo costo. Si la paciente debe recurrir además a una donación de óvulos (como sucede en la mayoría de los casos de mujeres de más de 40 años) la indicación médica será una fertilización in vitro (FIV) o una ICSI (Inyección Intracitoplasmática), ambas intervenciones de alta complejidad y de un alto costo para las pacientes y/o para los seguros médicos.

Quienes recurren a la maternidad en solitario suelen ser mujeres activas e independientes que, en general, tienen más de 35 años y no quieren esperar. El tema del tiempo es el eje fundamental en esta cuestión. Para las mujeres que han logrado sus objetivos en el plano profesional/laboral e incluso económico y que comienzan a percibir que las chances de armar un modelo familiar como el que han idealizado se van extinguiendo, la idea de encarar la maternidad en solitario se presenta como una alternativa viable. Es decir que estas mujeres deben realizar la operación de escisión del proyecto de pareja respecto del de maternidad.

La biología pone un límite innegociable a las mujeres, y cuando cada una se enfrenta con ese límite las posibilidades son la pérdida del proyecto de familia tal como lo había soñado desde niña, o el enfrentarse al desafío de formar un nuevo modelo familiar.

El desafío de elegir la maternidad en solitario conlleva, como toda elección, exigencias propias de la situación. En primer lugar, hay un duelo a atravesar, puesto que en la mayoría de los casos las madres solas provienen de hogares tradicionales donde hubo un hombre ejerciendo el rol paterno y una mujer en el materno. Este es el primer molde a romper; abandonar los ideales maternos y paternos no siempre es fácil y, en general, la mujer atraviesa este momento con mucha culpa, generándose en ella miedos y fantasmas. Los profesionales que somos demandados a intervenir en estas situaciones podemos ofrecer espacios de reflexión y cuestionamiento respecto de lo que se gana, pero sin desestimar lo que se pierde. La elección monoparental conlleva el atravesamiento de un duelo y los espacios psicoterapéuticos deben estar orientados a dar lugar a este proceso. En general, frente a la demanda de tratamiento FIV de una mujer sola, se evalúa si esta mujer tiene los recursos personales e interpersonales necesarios para encarar este proyecto. Su genuino deseo de ser madre, la estructura familiar de la cual proviene, su capacidad para llevar adelante un proyecto, su capacidad para abrirse a nuevas experiencias, su responsabilidad a la hora de encarar un proyecto, su capacidad para pedir ayuda cuando lo necesita, entre otras cuestiones.

La mujer que encara este proyecto debe tener menos de 50 años. La ley en Argentina, con la reforma del Código Civil y Comercial (CCCN) de 2015, prevé esta posibilidad en tanto no exista contraindicación médica (Baccino, 2014). Por otro lado, y más allá de la cuestión legal, es claro que la maternidad en exceso tardía no es aconsejable. Criar un hijo en solitario y a una edad madura conlleva conflictos frente a los cuales los recursos mencionados anteriormente quizá ya no estén disponibles.

 

Familias homoparentales

Las familias homoparentales son aquellas constituidas por padres del mismo sexo. Las familias homoparentales de varones recurren a la adopción y a la gestación por sustitución como medio para satisfacer su deseo procreacional. En la llamada gestación por sustitución o simplemente "alquiler de vientre", una mujer (gestante o portadora) ofrece su útero para gestar un niño no relacionado genéticamente con ella, a fin de que otra persona o pareja con deseo procreacional logre construir su familia. La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) publica en su edición Nro. 33 del año 2018 la experiencia llevada a cabo por el equipo Interdisciplinario de Halitus Instituto Médico de Buenos Aires en casos de tratamientos y nacimientos de niños por gestación por sustitución en Argentina (Inciarte et al., 2018).

En ese contexto, el equipo tratante explica que la gestante o portadora es una mujer amiga familiar o conocida que desea ayudar a una persona sola, pareja homo o heterosexual con diagnóstico médico de imposibilidad de llevar a cabo un embarazo, y con embriones de genética propia o donada.

Este tratamiento comenzó a difundirse a finales de la década de 1980. En los últimos 15 años el número de ciclos de subrogación en EE.UU. aumentó más del 47 %. Se estima que, en ese país, una gran mayoría de los centros (69,4 %) lo ofrece como alternativa a sus pacientes. Debido al vacío legal existente en muchos países, las parejas o personas solas acuden a llevar a cabo la gestación por sustitución en países donde existe un marco regulatorio (Lewin, 2014). EE.UU., a la vanguardia en este asunto, registraba antes de la pandemia de COVID 19 alrededor de un 18 % de ciclos de gestación por sustitución en parejas o personas extranjeras.

En Argentina existe la posibilidad de acceder a la subrogación uterina en el contexto del trabajo multi e interdisciplinario. Nuestro país no cuenta aún con un marco regulatorio para la maternidad por sustitución, de manera que las prácticas deben realizarse en el contexto de un estricto control profesional y con el asesoramiento legal de los profesionales expertos en esta materia. Los pacientes interesados en este tratamiento llegan a la institución acompañados de la mujer que será su portadora o gestante, quien en general es una amiga, familiar o allegada que en virtud del conocimiento de la historia y el padecer de esta pareja se ofrece voluntariamente para esta experiencia. El tratamiento contempla únicamente la sustitución uterina y no genética, de modo que los padres procreacionales pueden aportar sus propias gametas o recurrir a una donación gametaria. Tanto los padres pro-creacionales como la gestante deben someterse a las distintas pruebas y exámenes diagnósticos para definir si existe la aptitud, potencialidades y recursos para atravesar el tratamiento (Inciarte et al., 2018).

 

Co-paternidades

La coparentalidad es una nueva manera de acceder a la maternidad y a la paternidad a la cual recurren todas aquellas personas que desean concretar su proyecto de tener un hijo y criarlo en común, sin el deseo de relacionarse afectivamente con una pareja. Las nuevas técnicas de reproducción asistida han hecho posible el sueño del hijo para muchas personas. Hoy, además de las técnicas, están las redes sociales que permiten el encuentro con un otro con quien compartir la experiencia de ser padre o madre. Para muchas personas la maternidad o la paternidad en solitario por diferentes razones se hace impensable. Estas personas solo pueden pensar en la parentalidad junto a un otro, que no necesariamente es una pareja. Puede ser un partenaire de crianza, otro que permite armar la triangularidad, que desde lo simbólico garantice las herramientas y/o recursos necesarios para encarar el proyecto de tener un hijo.

En la actualidad existen plataformas que permiten localizar al compañero/a más adecuado para compartir la parentalidad. Aplicaciones parecidas a Match en su funcionamiento permiten, al completar una grilla con ciertas características de personalidad y del contexto sociocultural, "matchear" al partenaire adecuado más cercano para compartir esta experiencia. Algunas de estas aplicaciones son Coparentalys, Lullamtes o Co-padres.net.

Los co-padres que se conectan para concretar su sueño de tener un hijo a través de este tipo de plataformas establecen acuerdos que los comprometen legalmente con el niño y con el otro co-padre. El compromiso es desde lo legal y desde lo personal, la idea es constituir una familia en la cual el niño pueda crecer en un ambiente de confianza y bienestar. El coparenting es una familia de a dos, no es un modelo monoparental. Hay padre y hay madre, por tanto hay dos lugares y dos roles diferenciados que se vinculan con el niño.

 

Abordaje a familias receptoras de gametas

Daremos cuenta en este apartado del trabajo que se realiza con familias con indicación de gametodonación en un instituto de medicina reproductiva de nuestro medio. La tarea que realizamos en este caso se basa en la detección del malestar o desajuste emocional que ha dado lugar el tratamiento médico y, en función de eso, se opera con la pareja, con los miembros por separado o con la mujer sola en el caso de ser una familia monoparental femenina. Se determina el grado de desajuste emocional, se indica psicoterapia de ser pertinente, y se trabajan las motivaciones, dudas, fantasías y temores relativos al tratamiento y a la donación de gametas en particular.

La recepción de gametas donadas implica una renuncia desde lo subjetivo de cada paciente, lo cual constituye un nuevo duelo que conllevará cierto tiempo de elaboración.

El abordaje psicoterapéutico con los padres receptores de gametas incluye un espacio facilitador de la expresión emocional concomitante a la renuncia de la genética propia. En este espacio se trabajan las fantasías y temores surgidos de la donación. Una de las mayores preocupaciones de los padres es si el hijo se les parecerá físicamente, dado que no va a llevar sus genes. En este sentido, es importante informar a los pacientes que el parecido físico, es decir el fenotipo, es el resultado de la expresión del genotipo influenciada por elementos ambientales. Esta interrelación entre la genética y el ambiente es estudiada por la epigenética.

Otros de los temores frente a la donación de gametas es la posibilidad a futuro de no sentir al hijo como propio, o que el hijo los rechace por haber recurrido a la sustitución. Ambos temores son expresión de la proyección de fantasías persecutorias disparadas en relación con la revuelta frente a la pérdida de la fertilidad. El aporte oportuno de información calificada es un importante recurso para utilizar en vistas a reducir el desarrollo ansiógeno que convocan los tratamientos de fertilidad.

Otro mojón fundamental en el trabajo con familias receptoras de gametas es la orientación a padres receptores sobre cómo transmitir la verdad genética al niño. Este punto es fundamental en la agenda de los profesionales, dado que el derecho a la identidad es un derecho constitucional del niño.

 

Evaluación psicológica de donantes de gametas

La intervención psicológica en los tratamientos con donación de gametas se desarrolla en dos direcciones, la evaluación de donantes y la preparación psicológica de las familias receptoras.

El screening psicológico de donantes se apoya en las Guías de Buenas Prácticas para la Evaluación y Asesoramiento de Donantes de Óvulos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER, 2018). Los factores principales que condicionan el perfil de las donantes son básicamente el anonimato, la motivación acorde y los requisitos de inclusión.

El anonimato no es una característica universal, existen muchos países como Australia, Reino Unido y Canadá en los cuales la donación no es anónima. En otros, como España y Argentina, se debe garantizar la confidencialidad de la donación tanto a la donante como a la receptora.

La motivación para donar es otro requisito para evaluar, las motivaciones altruistas están presentes en la mayoría de las donantes, reciban o no un resarcimiento económico como compensación por las molestias y trastornos que puede generar la donación.

Y, por último, está la cuestión de los requisitos de exclusión, dentro de los cuales se evalúa la presencia de algún trastorno psicológico en curso, excluyéndose expresamente el Trastorno Límite de la Personalidad, los duelos actuales, las adicciones, antecedentes psiquiátricos familiares, abuso sexual en la infancia, antecedentes criminales, promiscuidad sexual, falta de veracidad en el testimonio y deterioro cognitivo, entre otros.

Siguiendo los lineamientos de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER, 2018), la postulante a donación de gametas debe referir motivaciones claras y acordes a la donación, dar cuenta de un estilo de vida ordenado y sin antecedentes psiquiátricos propios ni familiares. Las postulantes que no cumplen con estos requisitos se descartan, siendo el descarte definitivo o transitorio, según el criterio que lo motive.

En Argentina la donación de óvulos se realiza bajo estrictas normas de confidencialidad, sin que pueda acceder la receptora a la identidad de la donante y viceversa, excepto que sea por orden judicial (CCCN, 2015, arts. 563, 564). La donación de esperma se rige por normas parecidas, pero contempla el Programa de Identidad Abierta, que permite acceder a la identidad del donante por parte del niño al llegar a la mayoría de edad.

Países como EE.UU., Suecia, Reino Unido, Australia, Bélgica, Noruega, Holanda, Suiza, Nueva Zelanda y Austria tienen registros abiertos de donantes; esto no ocurre en nuestro país.

 

A modo de conclusión

La familia del futuro, como la película de Disney (2007) pero sin ficción, pura realidad.

Desde aquel legendario 25 de julio de 1978 en el que nacía Louise Brown, la famosísima "Baby Tube", mucha agua pasó bajo el puente. Hoy Louise es una madre de dos niños que continúa viviendo en su Olham natal. Ella fue la primera bebé nacida a partir de la innovadora fertilización in vitro. Fue en tal ocasión cuando se logró fecundar y "embrionar" fuera del cuerpo materno. Seis años más tarde, los franceses repitieron la proeza británica, pero superándola puesto que lograron el mismo fenómeno FIV pero con óvulos donados. En la actualidad la tasa de nacimientos por donación de gametas supera en algunos países a los nacimientos a partir de la genética de los padres.

En el año 2000 en EE.UU. se creó Donor Siblins Registry, un sitio web que funciona como lugar de encuentros. El interesado ingresa un código y se contacta con otros nacidos del mismo donante de óvulos o de esperma. Este sitio registra unos 60.000 miembros y se ha logrado a través de éste que 16.000 personas se hayan podido contactar con sus genitores y/o con sus hermanos genéticos. Encuestas en este sitio han revelado que las personas nacidas por tratamientos con donación de gametas mostraban más interés en conocer a sus "hermanos genéticos" que a los donantes. La fraternidad tiene más sentido para ellos, refieren que "padres son lo que te crían" pero coinciden en que conocer a alguien que comparta el mismo patrón genético es como un "reencuentro con alguien muy conocido, un amigo de antes", según refieren algunos los adolescentes entrevistados por un diario americano (Eunjung Cha, 2018).

Los donor siblings también llamados "hermanos genéticos" son personas nacidas a partir de óvulos o esperma de un mismo donante. Constituyen una nueva categoría familiar devenida del uso de las Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRHA), que va modelando el perfil de un nuevo modelo familiar: "la familia genética". Familia cuyos lazos son exclusivamente genéticos, a partir de lo cual puede o no generarse un vínculo, que va a depender en parte de la posibilidad, según la reglamentación de cada país, de acceder o no a la identidad del donante. Por otro lado, en este contexto de las nuevas técnicas encontramos a los niños nacidos por subrogación uterina, quienes también pueden establecer un lazo de parentesco con aquellos otros niños que han sido gestados en el mismo vientre: son los tummy sister o surro sister, de manera que un niño podría tener, por un lado, "un hermano de panza" y, por otro lado, "un hermano genético" (Golombok, 2015).

Son muchos y diversos los formatos que va delineando la familia actual. Transitamos tiempos que nos conducen inexorablemente a desnaturalizar los conceptos y las ideas sobre género y familia que durante mucho tiempo se han percibido como naturales y determinados biológicamente.

Familias monoparentales, homoparentales, coparentales, genéticas y más aún: desde el Derecho se ha reconocido a la persona sola como familia y, como el motor de esta, el "deseo procreacional". Es este deseo procreacional en todas ellas el que se pone a prueba una y mil veces frente a la enorme cantidad de obstáculos que muchas veces, como se ha visto en este artículo, están implicados en la llegada de un hijo.

 

Referencias

American Psychiatric Association (APA) (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales DSM-5. Editorial Médica Panamericana.

Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN) (2015). Ley 26.924. Artículos 563, 564 y 596 (Argentina).

Freud, S. (1917[1915]). Duelo y Melancolía. En Obras completas, XIV, Amorrortu, 1990.

Eunjung Cha, A. (2018). 44 Siblings and Counting. The Washington Post. September, 28.  https://www.washingtonpost.com/graphics/2018/health/44-donor-siblings-and-counting/.

Golombok, S. (2015). Modern families. parents and children in new family forms. Cambridge University Press.

Inciarte, F.; Quaini, F.; Martínez, P.; Urquiza, F.; Piscicelli, C.; Pasqualini, A.; Pasqualini, S. (2018). Subrogación uterina: una realidad en la Argentina. Reproducción 33(2), 27-35.

Lewin, T. (2014). Coming to U.S. for Baby, and Womb to Carry It. The New York Times, July, 5. https://www.nytimes.com/2014/07/06/us/foreign-couples-heading-to-america-for-surrogate-pregnancies.html

Moreno, A.; Guerra Díaz, D.; Baccio, G.; Giménez Molla, V.; Dolz Del Castellar Pareja, P.; Tirado Carrillo, M. M.; Gutiérrez Herrera, K.; Gil Rabanaque, M. (2006). Guías de evaluación, consejo, apoyo e intervención psicológica en Reproducción Asistida, Grupo de Interés en Psicología de Sociedad Española de Fertilidad. Revista Iberoamericana de Fertilidad, 5-45

Moreno-Rosset, C., Antequera, R. y Jenaro C. (2008). DERA. Cuestionario de Desajuste Emocional y Recursos Adaptativos en infertilidad. Premio TEA Ediciones 2007. TEA Ediciones, S.A.

Organización Mundial de la Salud (OMS) (2023). Infertility prevelence estimates 1990-2021. WHO.

Baccino, G. (Ed.) (2014). Reproducción humana asistida. Aspectos jurídicos, sociales y psicológicos. Tirant lo Blanch.

Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMER) (2018). Capítulo de Psicología. Guía para la Evaluación y Asesoramiento de Donantes de Ovocitos. Recuperado en: http://www.samer.org.ar/pdf/guia_buenas_practicas.pdf

 

 
10ma Edición - Junio 2023
 

 
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