Introducción
La
respiración es un proceso fisiológico involuntario
indispensable para la vida. Solo excepcionalmente se toma consciencia
de su presencia, algo que generalmente sucede cuando se presentan
dificultades como durante los síntomas agudos de asma.
El
asma bronquial es una enfermedad inflamatoria crónica
caracterizada por el estrechamiento -y la consecuente obstrucción-
de las vías aéreas respiratorias frente a distintos
estímulos (humos, irritantes, frío, niebla, ejercicio,
factores psicoemocionales y estrés). Sus síntomas
característicos son: disnea, sibilancias, opresión
torácica, tos y secreciones. Las crisis asmáticas son
parcial o totalmente reversibles de forma espontánea o con
tratamiento (Global
Initiative for Asthma [GINA], 2020; National Heart, Lung and Blood
Institute [NHLBI], 2007).
La
prevalencia de esta afección respiratoria se estima de 1 al
18% dependiendo cada país (GINA, 2020). En nuestro país
no se cuenta con datos oficiales, pero estudios locales indican una
prevalencia similar a la europea estimada en un 9.5% de la población
(Arias et al., 2018).
La
incidencia de factores psicológicos en el asma bronquial fue
reconocida por Hipócrates en la antigüedad, no obstante a
lo largo de la historia se generaron importantes controversias al
respecto. Algunos autores han asumido la etiología psíquica
de esta afección, a diferencia de posiciones estrictamente
biomédicas que niegan este hecho. Entre ambos polos, se han
considerado perspectivas intermedias que postulan el efecto modulador
tanto de las variables psicológicas como biológicas en
la aparición, curso y tratamiento de esta afección
respiratoria (Belloch, 2018;
Urrutia, Bronte, Pascual & Dorado, 2018; Vázquez
& Buceta, 1996).
En
las últimas décadas, la investigación ha
proporcionado evidencia acerca de la influencia de los modos de
pensar, sentir y actuar de los pacientes sobre la evolución
del asma en general y el funcionamiento pulmonar en particular.
Asimismo, se ha observado que esta afección respiratoria puede
incidir en la aparición de síntomas psicopatológicos
como ansiedad o depresión (Álvarez Gutiérrez et
al., 2018; Belloch, 2018; Coffman & Levenson, 2006; Fasciglione
& Castañeiras, 2007).
Los
trastornos depresivos implican una desregulación disruptiva en
el estado de ánimo. Se caracterizan por la presencia de
tristeza, sensación de vacío o irritabilidad,
acompañada de cambios somáticos y cognitivos que
afectan significativamente la capacidad funcional del individuo
(Asociación Psiquiátrica Americana [APA],
2013).
La
presencia de síntomas depresivos en pacientes con enfermedades
médicas ha sido extensamente descripta por la literatura
científica. Se han reportado altos porcentajes de depresión
en estos pacientes comparados con población general; las
cifras informadas van desde el 18% al 83% dependiendo de la
metodología utilizada en la investigación y de la
condición médica bajo estudio. Particularmente en las
enfermedades físicas crónicas existen investigaciones
que confirman los hallazgos previamente mencionados (Moreira,
Fieltiz, & López, 2018; Rocha
& Fleck, 2010; Rodin,
Nolan & Katz, 2006).
A
nivel internacional, los numerosos estudios realizados demuestran una
alta comorbilidad entre el asma bronquial y sintomatología
depresiva
(Cheng et al., 2012; Choi et al., 2019; Coffman & Levenson, 2006;
Farmer et al., 2008; Grosso et al., 2019;
Lomper,
Chudiak, Uchmanowicz, Rosińczuk & Jankowska-Polanska, 2016;
Patel,
Patel & Baptist, 2017; Ryu,
Chun, Lee & Chang, 2010;
Sastre,
Crespo, Fernandez-Sanchez, Rial & Plaza, 2018;
Valença et al., 2006; Van Lieshout, Bienenstock &
MacQueen, 2009; Walters, Schofield, Howard, Ashworth & Tylee,
2011). Algunos
trabajos sostienen que la presencia de síntomas depresivos en
pacientes asmáticos no está asociada a la severidad de
esta afección respiratoria (Valença
et al., 2006; Vieira,
Santoro, Dracoulakis, Caetano & Fernandes, 2011; Walters
et al., 2011).
No obstante, otros hallazgos indican que
la comorbilidad está presente principalmente en pacientes con
asma no controlada (Alvarez Gutierrez et al., 2018; Carvalho et al.,
2007; Cheng
et al., 2012; Di
Marco et al., 2010; Grosso et al., 2019; Lomper
et al., 2016; Strine, Mokdad, Balluz, Berry & González,
2008; Trzcińska, Przybylski, Kozłowski & Derdowski,
2012).
Para
explicar la asociación entre depresión y asma se han
propuesto diferentes hipótesis. En primer lugar, se sugiere
que el estrés causado por padecer una enfermedad crónica
incrementa el riesgo de desarrollar un trastorno depresivo (Choi et
al., 2018; Lehrer, Feldman, Giardino, Song & Schmaling, 2002;
Van Lieshout et al., 2009). En segundo lugar, y menos frecuentemente,
se conjetura que presentar depresión mayor aumenta el riesgo
de asma (Choi et al., 2018; Urrutia et al., 2018; Van Lieshout et
al., 2009) o que estados emocionales como la tristeza pueden causar
broncoconstricción o empeoramiento de los síntomas en
general (Belloch, 2018; Miller & Wood, 1997 citado en Lehrer et
al., 2002). Finalmente, y en esta dirección también se
hallan otros estudios (Belloch, 2018; Farmer et al., 2008) que
postulan la hipótesis de que el asma y el trastorno depresivo
mayor comparten vías patofisiológicas importantes,
principalmente desregulaciones del eje
hipotalámico-hipófisiario-adrenal, lo que implicaría
la susceptibilidad de ciertos genes compartidos.
La
sintomatología depresiva en pacientes con asma bronquial
adquiere además relevancia al considerar los estudios que han
señalado
su impacto negativo en la adherencia al tratamiento médico
(Belloch, 2018; Carvalho et al., 2007) y en la calidad de vida de los
pacientes (Belloch, 2018; Grosso et al., 2019; Lavoie et al., 2006;
Patel et al., 2017; Rocha & Fleck, 2010).
Sin
embargo, no se han encontrado investigaciones que estudien las
relaciones entre síntomas depresivos y calidad de vida en los
que se distinga calidad de vida global (CV) y calidad de vida
relacionada a la salud (CVRS) de personas con asma bronquial.
Asimismo, en nuestro país no se reportan estudios empíricos
al respecto. Este trabajo aporta datos que informan la importancia de
la detección e intervención precoz de los síntomas
psicológicos que pueden modular la evolución y el
tratamiento de esta enfermedad respiratoria y, de este modo,
optimizar la calidad de vida de los pacientes.
El
estudio tuvo como objetivos evaluar las relaciones entre: a)
el grado de control del asma y la presencia de sintomatología
depresiva en una muestra de adultos con asma bronquial; b) la
sintomatología depresiva, la CV y la CVRS; c) el grado del
control del asma, la CV y la CVRS.
Método
Se
utilizó un diseño transversal y se aplicó
metodología descriptivo-correlacional. Los datos fueron
procesados con el software SPSS 21.0
Participantes
La
muestra (N=46) estuvo compuesta por 34 mujeres y 12 varones de 21 a
70 años (M = 47.20; DT = 12.96) con diagnóstico
clínico de asma bronquial residentes en el Partido de General
Pueyrredón y zona de influencia. Los criterios de inclusión
para la participación en el estudio fueron: a) diagnóstico
clínico de asma bronquial certificado por médico
especialista, b) ausencia de otra patología respiratoria, c)
ausencia de psicopatología grave, deterioro cognitivo y/o
historia de adicciones. El 98% de los pacientes se encontraba bajo
tratamiento farmacológico para el asma bronquial según
prescripción médica al momento de la evaluación
(del total un 2% presentó un uso incorrecto de los fármacos
y sin prescripción médica). Solo el 4% de los pacientes
(2) estaba tomando antidepresivos, y esta condición fue
controlada estadísticamente al momento del análisis de
los datos.
Instrumentos
Se
diseñó una entrevista de admisión
semi-estructurada con el objetivo de indagar datos sociodemográficos,
curso y tratamiento actual del asma, y evaluar el cumplimiento de los
criterios de inclusión en el estudio. A estos pacientes se les
administraron los siguientes autoinformes:
ACT:
Prueba de Control del Asma (QualityMetric, 2007). Cuestionario
estandarizado de 5 preguntas que indagan el grado de control del asma
durante el último mes en un formato de respuesta tipo Likert
1-5. La puntuación del sujeto puede variar entre 5 y 25
puntos. Puntajes más elevados indican un mayor grado de
control del asma según los criterios propuestos por la GINA
(2011).
BDI-II:
Inventario de Depresión de Beck – II (Beck, Steer &
Brown, 2006). Consiste en 21 grupos de afirmaciones que describen
diferentes estados anímicos o conductas que evalúan
sintomatología depresiva durante las últimas dos
semanas, para cada una de las cuales el sujeto debe indicar la
presencia e intensidad en función de su experiencia en una
escala de respuesta 0-3. La puntuación total puede variar
entre 0 y 63, con los siguientes niveles de gravedad: 29-63 severo,
20-28 moderado, 14-19 leve, y 0-13 mínimo. No se trata de un
instrumento diagnóstico en sentido estricto, pero aporta un
indicador con sensibilidad clínica para detectar diferentes
niveles de depresión.
WHOQOL-
BREF: Cuestionario de Calidad de Vida de la OMS - Versión
breve para Argentina (Whoqol Group, 1998; World Health Organization
[WHO], 1997). Consta de 26 preguntas cuyo objetivo es conocer la
percepción que cada persona tiene sobre diversos aspectos que
hacen a su calidad de vida global (CV) durante las últimas dos
semanas. Se responde a través de escalas tipo Likert de 5
puntos y brinda
información sobre la percepción global de la propia
calidad de vida y salud, y sobre cuatro dominios específicos
de la CV: salud
física, aspectos psicológicos, relaciones sociales y
medio ambiente. Los puntajes finales más elevados indican una
mejor calidad de vida.
AQLQ
(S): Cuestionario de calidad de vida de pacientes con asma.
Estandarizada versión para Argentina (Juniper et al., 1992;
Juniper, Buist, Cox, Ferrie & King, 1999). A través de 32
preguntas evalúa la calidad de vida relacionada a la salud
(CVRS) en pacientes con asma bronquial durante las últimas dos
semanas. Se
responde a
través de una escala tipo Likert de 7 puntos, donde un mayor
puntaje implica una mejor calidad de vida.
Aporta información sobre la CVRS total y cuatro dimensiones:
limitaciones en las actividades, síntomas, reacción
ante la exposición a estímulos ambientales y función
emocional. Mayores puntajes indican una mejor CVRS.
Procedimiento
Los
pacientes fueron convocados a través de los profesionales de
la red de Centros de salud especializados, la difusión en
medios masivos de comunicación local y mediante afiches
colocados en Centros Asistenciales. En primer lugar, se realizó
la entrevista de admisión, y en aquellos pacientes que
cumplían los criterios de inclusión se administraron
los instrumentos de evaluación. Todo
el procedimiento se realizó bajo consentimiento informado.
Resultados
Se
realizaron análisis de correlación y de diferencia de
medias (se aplicó estadística paramétrica o no
paramétrica en función del cumplimiento de los
supuestos de normalidad y homocedasticidad).
A
continuación, se exponen los resultados obtenidos en función
de los objetivos planteados.
a)
Relaciones entre el grado de control del asma y la presencia de
sintomatología depresiva.
Se
observó una correlación negativa entre el grado de
control del asma (ACT) y los síntomas de depresión
(BDI-II) (r = -.374; p< .05). Es decir, para puntuaciones más
elevadas en depresión se constató menor control del
asma bronquial y viceversa. Posteriormente se realizaron análisis
para indagar diferencias en el grado de control del asma en función
de la severidad de los síntomas depresivos. Se confirmaron
diferencias estadísticamente significativas entre los
pacientes con sintomatología severa de depresión (29 o
más puntos en el BDI-II) y los que habían obtenido
puntajes menores [t(44)= 2.348; p<.05). Asimismo, se analizaron
las relaciones entre las puntuaciones del ACT y del BDI-II para cada
uno de los pacientes y se detectó que todos los pacientes con
síntomas severos de depresión presentaban asma no
controlada. Sin embargo, no
todos los pacientes con asma no controlada presentaban severidad
sintomática (el 47 % de los pacientes con asma no controlada
obtuvieron puntajes mínimos en el BDI-II).
b)
Relaciones
entre sintomatología depresiva y calidad de vida (CV y CVRS)
Se
realizaron análisis de correlación (rho de Spearman).
Se obtuvieron correlaciones negativas estadísticamente
significativas entre la CV y todas sus dimensiones con los síntomas
depresivos {ver tabla 1}, lo que indica que puntuaciones más
elevadas en depresión se correspondieron con menores niveles
de CV. Es interesante destacar que las correlaciones de mayor
magnitud se observaron entre los síntomas depresivos y las
dimensiones Aspectos psicológicos (rs = -.721; p< .001) y
Relaciones sociales (rs = -.569; p< 0.001) de la calidad de vida
global. Es decir, los pacientes que informaban mayor sintomatología
depresiva presentaban un deterioro en los aspectos psicosociales de
su CV principalmente.
En
similar dirección a lo hallado respecto a la CV, se observaron
correlaciones negativas estadísticamente significativas entre
síntomas depresivos y la calidad de vida relacionada
particularmente al asma bronquial (CVRS) {ver tabla 2}. Es decir que
a mayores puntuaciones de depresión se observó una
menor CVRS total, más síntomas de asma, más
limitaciones en las actividades cotidianas, peor funcionamiento
emocional respecto a la enfermedad y una mayor reactividad a los
estímulos ambientales que agravaban las manifestaciones del
asma. En concordancia con los datos acerca de la CV, los mayores
índices de correlación se reportaron en aspectos de la
calidad de vida relacionados con la esfera psicológica o
social, en este caso, con la función emocional (rs = -.660;
p< .001).
c)
Relaciones
entre grado de control del asma y calidad de vida (CV y CVRS)
Se
hallaron correlaciones positivas estadísticamente
significativas entre el grado de control del asma y cuatro de las
dimensiones de la CV (rho
de Spearman).
A
mayor grado de control del asma los pacientes informaron mejores
puntuaciones en percepción
global de la salud, salud física, aspectos psicológicos
y relaciones sociales. No obstante, esta tendencia no se observó
en la percepción de la calidad de vida total
{ver tabla 3}.
Para
analizar la relación entre el grado de control del asma y la
calidad de vida relacionada a la salud se realizó un análisis
correlacional (rho de Spearman) que arrojó como resultado
correlaciones positivas estadísticamente significativas entre
el grado de control del asma y la CVRS total y todas sus dimensiones
{ver tabla 4}. En este caso, los coeficientes obtenidos fueron
considerablemente mayores comparados con los obtenidos en el caso de
la CV.
Discusión
y conclusiones
En
la línea de trabajos previos realizados en España
(Alvarez Gutierrez et al., 2018; Belloch, 2018; Sastre et al., 2018),
Brasil (Vieira
et al., 2011; Carvalho
et al., 2007), China (Cheng
et al., 2012), Korea (Choi et al., 2018), Italia (Di
Marco et al., 2010; Grosso et al., 2019), Estados Unidos (Patel et
al., 2017; Strine
et al., 2008) y Polonia (Lomper et al., 2016; Trzcińska et al.,
2012)
este estudio aporta evidencia sobre la relación entre síntomas
psicológicos, particularmente depresivos y el grado de control
del asma.
Un
análisis pormenorizado por paciente permitió detectar
que todos los casos con síntomas severos de depresión
presentaban asma no controlada, pero no
todos los pacientes con asma no controlada informaban sintomatología
depresiva severa. Estos resultados sugieren que el grado de control
del asma no actuaría como una variable predictora de síntomas
depresivos, pero que los síntomas severos de depresión
aumentarían el riesgo a presentar asma no controlada. Sin
embargo, como ha sido señalado en otros estudios (Vieira et
al., 2011) este hecho podría deberse a que las personas
depresivas tienden a informar más síntomas físicos
y con mayor intensidad que el resto de la población.
Independientemente de este hecho, ha sido documentado que la
depresión es un factor que dificulta el tratamiento de esta
afección respiratoria (Belloch, 2018; Carvalho et al., 2007;
Choi et al., 2018; Patel et al., 2017; Sastre et al., 2018) y esto
disminuirá el grado de control del asma.
Con
respecto al segundo objetivo, si bien en los pacientes que informaron
mayores síntomas depresivos se vieron afectadas todas las
dimensiones de la CV y la CVRS, especialmente se observó un
deterioro en los aspectos psicosociales en ambas medidas.
Particularmente en relación a la CV global y la depresión
no se han hallado estudios empíricos que analicen sus
relaciones, por lo cual los datos que se presentan constituyen una
primera aproximación en este sentido ya que, frecuentemente la
depresión no se diagnostica ni trata suficientemente en el
ámbito médico. Tal como lo señalaron Rodin
y colaboradores (2006), este
hecho
puede
limitar la posibilidad de optimizar la calidad de vida del paciente
(global y la relacionada específicamente a la salud), mejorar
la adherencia al tratamiento, reducir los ingresos hospitalarios, y
en los casos más graves, disminuir los riegos de suicidio.
En
cuanto al último objetivo, el grado de control del asma parece
estar más relacionado a la CVRS que a la CV global, es decir
que un pobre control del asma afecta aspectos de la vida cotidiana
más directamente relacionados con las limitaciones derivadas
de la propia enfermedad y, en menor medida otras áreas
vitales.
En
síntesis, en los pacientes que informaron síntomas
depresivos se constató un diagnóstico compatible con
asma menos controlada y un mayor deterioro en su calidad de vida (CV
y CVRS).
Estos
resultados dan cuenta de la importancia de complementar la
exploración médico-clínica con evaluaciones
psicológicas del espectro depresivo debido a su impacto sobre
el control del asma y la calidad de vida del paciente. En este
sentido, la detección precoz permitirá intervenciones
tempranas y abordajes más integrales y multidimensionales que
mejoren la asistencia y la calidad de vida de esta población
clínica en los distintos niveles de atención de la
salud.
Referencias
Álvarez
Gutiérrez, F.J., Ruiz Bernal, A., Romero Falcón, A.,
Paredes Jiménez, A.P., Ferrer
Galván,
M., & Medina Gallardo, J.F. (2018). Análisis
de factores psicológicos en pacientes con asma grave (estudio
psicoasma).
Revista Española de Patología Torácica, 30(3),
163-169. Recuperado de
https://www.rev-esp-patoltorac.com/files/publicaciones/Revistas/2018/original130-3.pdf
Asociación
Psiquiátrica Americana. (2013). Manual
diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales
(5ta ed.).
Washington, DC: Autor.
Arias,
S.J., Neffen, H., Bossio, J.C., Calabrese, C.A., Videla, A.J.,
Armando, G.A., & Antó, J.M.
(2018). Prevalencia
y características clínicas del asma en adultos jóvenes
en zonas urbanas
de Argentina.
Archivos
de Bronconeumología, 54(3),
134-139. doi: 10.1016/j.arbres.2017.08.021
Beck,
A. T., Steer, R.A., & Brown, G.K. (2006). BDI-II
Inventario de Depresión de Beck. Manual
Buenos
Aires: Paidós.
Belloch,
A. (2018). Problemas psicológicos y asma. Revista
de Asma 3(3),
75-81. Recuperado de
https://www.separcontenidos.es/revista3/index.php/revista/article/view/141/187
Carvalho,
N.S., Robles Ribeiro, P., Ribeiro, M., Nunes, M.P.T.,
Cukier,
A., &
Stelmach,
R. (2007).
Comparing
asthma and chronic obstructive pulmonary disease in terms of
symptoms
of anxiety and depression.
Jornal
Brasileiro de Pneumologia 33(1),
1-6. doi:10.1590/s1806-37132007000100004.
Cheng,
Z., Dai, LL., Li, F., Liu, Y., Kang, Y., Chen, H.J., … Ni, R.
(2012). Relationship between
anxiety, depression and asthma control. Zhonghua
Yi Xue Za Zhi 92(30),
2128 2130.
Abstract recuperado de http://europepmc.org/abstract/MED/23158277
Choi,
H.G., Kim, J.H., Park, J.Y., Hwang, Y.I., Jang, S.H., & Jung,
D.S. (2019). Association
Between Asthma and Depression: A National Cohort Study.
The Journal of Allergy and Clinical Immunology: In
Practice,7(4),1239-1245.
doi: 10.1016/j.jaip.2018.10.046Get
Coffman,
K. & Levenson, J.L. (2006). Enfermedades
Pulmonares. En J.L. Levenson, Tratado
de Medicina Psicosomática
(pp. 453-473). Barcelona: Ars Médica.
Di
Marco, F., Verga, M., Santus, P., Giovannelli, F., Busatto, P., Neri,
M.,... Centanni,
S. (2010).
Close
correlation between anxiety, depression, and asthma control.
RespiratoryMedicine,104(1),
22-28. doi: 10.1016/j.rmed.2009.08.005.
Farmer,
A., Korszun, A., Owen, M.J., Craddock, N., Jones, L., Jones, I., …
McGuffin, P.(2008).
Medical disorders in people with recurrent depression.
The British Jornal of Psychiatry
192, 351-355.
doi 10.1192/bjp.bp.107.038380
Fasciglione,
M.P. & Castañeiras, C.E. (2007). Asma bronquial hoy: una
perspectivapsicosocial.
Archivos
de Alergia e Inmunología Clínica, 38
(1), 12-18.
Recuperado
de http://adm.meducatium.com.ar/contenido/numeros/120071_92/pdf/120071.pdf
Global
Strategy for Asthma Management and Prevention, Global Initiative for
Asthma (GINA)
2020. Recuperado
de
https://ginasthma.org/wp-content/uploads/2020/06/GINA-2020report_20_06_04-1-wms.pdf
Grosso,
A., Pesce, G., Marcon, A., Piloni, D., Albicini, F, Gini, E.,
...Corsico, A.G. (2019). Depression
is associated with poor control of symptoms in asthma and rhinitis: A
population based study.
Respiratory
Medicine, 155,
6-12. doi: 10.1016/j.rmed.2019.06.025
Juniper,
E.F., Guyatt, H.G., Epstein, R.S., Ferrie, P.J., Jaeschke, R., &
Hiller, T.K. (1992).Evaluation
of impairment of health related quality of life in asthma:
development of a questionnaire
for use in clinical trials.
Thorax, 47(2),
76-83. doi: 10.1136/thx.47.2.76
Juniper,
E.F., Buist, A.S., Cox, F.M., Ferrie, P.J., & King, D. R. (1999).
Validation
of a Standardized
Version of the Asthma Quality of Life Questionnaire.
Chest,
115(5),
1265-1270. doi: 10.1378/chest.115.5.1265.
Lavoie,
K.L., Bacon, S.L., Barone, S., Cartier, A., Ditto, B., &
Labrecque, M. (2006). What
is worse for asthma control and quality of life: depressive
disorders, anxiety disorders, or both?.
Chest,
130(4), 1038-1047.
Recuperado de
http://chestjournal.chestpubs.org/content/130/4/1039.full.pdf+html
Lehrer,
P., Feldman, J., Giardino, N., Song, H., & Schmaling, K. (2002).
Psychological
aspects of asthma.
Journal of Consulting and Clinical Psychology, 70(3),
691-711.
doi: 10.1037//002
006x.70.3.691
Lomper,
K., Chudiak, A., Uchmanowicz, I., Rosińczuk, J., &
Jankowska-Polanska, B. (2016). Effects
of depression and anxiety on asthma-related quality of
life. Pneumonologia
I Alergologia Polska, 84,
212–221.
doi: 10.5603/PiAP.2016.0026
Moreira,
A., Fieltiz, P., & López G. (2018). Depresión
asociada al apoyo social, estanciahospitalaria
y patología médica en pacientes ingresados en hospital
de clínicas Dr. Manuel Quintela.
Revista
Chilena de Neuropsiquiatría, 56(4),
219-227. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/pdf/rchnp/v56n4/0717-9227-rchnp-56-04-0219.pdf
National
Heart, Lung, and Blood Institute. National Asthma Education and
Prevention Program (2007). Expert Panel Report 3: Guidelines for the
diagnosis and management of asthma. Bethesda,
United States: Autor. Recuperado de
http://www.nhlbi.nih.gov/guidelines/asthma/
Patel,
P.O., Patel, M.R.,& Baptist, A.P. (2017). Depression and Asthma
Outcomes in Older Adults:
Results from the National Health and Nutrition Examination Survey The
Journal of Allergy
and Clinical Immunology: In Practice,5(6),
1691-1697.
doi:10.1016/j.jaip.2017.03.034
QualityMetric
Incorporated (2007). Asthma
Control Test (ACT). Spanish
Version. Estados Unidos:
Autor.
Rocha,
N.S., & Fleck, M.P. (2010).
Evaluation
of quality of life in adults with chronic health conditions: the role
of depressive symptoms.
Revista
Brasileira de Psiquiatría, 32(2),
119 -124. Recuperado de http://www.scielo.br/pdf/rbp/v32n2/05.pdf
Rodin,
G.M., Nolan, R.P., & Katz, M.R. (2006). Depresión.
En J.L. Levenson, Tratado
de Medicina
Psicosomática
(pp. 195-219). Barcelona: Ars Médica.
Ryu,
Y.J., Chun, E.M., Lee, J.H., & Chang, J.H. (2010). Prevalence
of depresión and anxiety in outpatients with chronic airway
lung disease. The
Korean Journal of Internal Medicine 25(1),
51-57. doi: 10.3904/kjim.2010.25.1.51
Sastre,
J., Crespo, A., Fernandez-Sanchez, T., Rial, M., & Plaza, V.
(2018).
Anxiety, depression,
and asthma control: Changes after standardized treatment. The
Journal of Allergy
and Clinical Immunology: In Practice, 6(6),
1953-1959.
doi: 10.1016/j.jaip.2018.02.002
Strine,
T.W., Mokdad, A.H., Balluz, L.S., Berry, J.T., & González,
O. (2008). Impact
of Depression
and Anxiety on Quality of Life, Health Behaviors, and Asthma Control
Among Adults
in the United States with Asthma, 2006. Journal
of Asthma,45(2),
123-133.
doi: 10.1080/02770900701840238
Trzcińska,
H., Przybylski, G., Kozłowski, B., & Derdowski, S. (2012).
Analysis
of the relation between level of asthma control and depression and
anxiety.
Medical
Science Monitor 18(3).
doi: 10.12659/MSM.882524
Urrutia,
I., Bronte, O., Pascual, S., & Dorado, S. (2018). Factores de
desarrollo de asma en la edad adulta. Revista
de Asma 3(2),
46-54. Recuperado de http://www.separcontenidos.es/revista3/index.php/revista/article/view/135/176
Valença,
A.M., Falcão, R., Freire, R.C., Nascimento, I. Nascentes, R.,
Zin, W.A., & Nardi, A.E. (2006). The
relationship between the severity of asthma and comorbidites with
anxiety and depressive disorders.
Revista
Brasileira de Psiquiatría, 28(3),
206-208. doi: 10.1590/s1516-44462006000300012
Van
Lieshout, R.J., Bienenstock, J., & MacQueen, G.M. (2009). A
review of candidate pathways
underlying the association between asthma and major depressive
disorder. Psychosomatic
Medicine, 71(2),
187-195.
doi:
10.1097/PSY.0b013e3181907012
Vázquez,
M.I. & Buceta J.M. (1996). Tratamiento
Psicológico del Asma Bronquial.
Madrid: Pirámide.
Vieira,
A.A., Santoro, I.L. Dracoulakis, S., Caetano, L.B., & Fernandes,
A.L.G. (2011). Anxiety
and depression in asthma patients: impact on asthma control.
Jornal
Brasileiro de Pneumologia,
37(1),19-27.
doi: 10.1590/s1806-37132011000100004
Walters,
P., Schofield, P., Howard, L., Ashworth, M., & Tylee, A.
(2011). The
relationship between asthma and depression in primary care patients:
A historical cohort and nested case control study.
PLoS ONE 6(6).
doi:10.1371/journal.pone.0020750
World
Health Organization (1997). WHOQOL.
Measuring quality of life.
Geneva:
Autor.
WHOQOL
Group (1998). WHOQOL.
Los instrumentos de calidad de vida de la organización mundial
de la salud. Manual del usuario.
Buenos Aires: Cata.