ISSN 2618-5628
 
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Distorsiones cognitivas  
Adultos mayores, COVID-19, Estrés, Mindfulness  
     

 
Adulto Mayor en Pandemia por Convida -19 "Sentirse Amenazado". Abordaje integrativo e interdisciplinario
 
Allegri, Ricardo
FLENI
 
Iturry, Mónica
Hospital de Agudos Dr. Abel Zubizarreta
 
Roman, Karen
Unidad Asistencial Dr Cesar Milstein
 

 

El miedo, generador de estrés crónico, se apoderó de cada uno de los adultos mayores que consultaron en los diversos sistemas de salud durante la pandemia de COVID-19 (OPS/OMS, 2020). Brindar recursos cognitivos, afectivos y comportamentales en estos tiempos marcará un diferencial para afrontar situaciones sentidas como amenazantes. El aumento significativo de espacios tanto virtuales como algunos escasos presenciales que abordaron temáticas de estrés evidenciaron la necesidad de profundizar en el tema así como en la búsqueda de herramientas para intentar modularlo (Ej.: mindfulness, Kabt-Zin, 2017). Volver a revisar conceptos como: pensamiento distorsionado y control emocional será muy necesario en este contexto.

Cómo reaccionamos ante las situaciones que vivimos amenazantes es determinante. El estrés es un hecho habitual y natural en nuestras vidas y toda situación de cambio que tenemos que afrontar implica una adaptación. El riesgo se define como la aproximación a un daño factible y en nuestra mente suelen instalarse pensamientos distorsionados, con valencia negativa en general, que intentan ayudarnos y mantenernos con vida (Ejemplo: "debo tener cuidado ante esta situación nueva"). Nuestras vivencias estresoras, se nutren de tres fuentes elementales: el entorno, nuestros escenarios en la vida cotidiana, nuestro cuerpo con todas sus potencialidades, debilidades y fortalezas y los pensamientos con sus distorsiones o creaciones constructivas.

No importa lo que sucede sino cómo se lo interpreta. ¿Somos lo que pensamos?

 

Pensamientos distorsionados

Sobre generalización. ...

Catastrofismo. ...

Ilusión de control. ...

Demanda de justicia. ...

Razonamiento emocional. ...

Falacia del cambio. ...

Personalización. ...

Culpabilización.

 

¿Qué es una distorsión?

Se refiere a tener la creencia de que las cosas son como tal y como me siento o como me hacen sentir. Por ejemplo, cuando siento que soy una persona poco valiosa tendré la creencia de que realmente lo soy, si siento que soy un tonto es que realmente lo soy, si otra persona me hace sentir mal es porque es mala.

Las distorsiones cognitivas son aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la información, es decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a nuestro alrededor, generando múltiples consecuencias negativas.

15 TIPOS DE PENSAMIENTOS DISTORSIONADOS:

1- Filtraje. Se toman los detalles negativos y se magnifican mientras que no se filtran todos los aspectos positivos de la situación. Palabras clave: terrible, tremendo, horroroso, no puedo resistirlo.

2- Pensamiento polarizado. Las cosas no son blancas o negras, buenas o malas. La persona ha de ser perfecta o es una fracasada. No existe término medio.

3- Sobregeneralización: Se extrae una conclusión general de un simple incidente o parte de la evidencia. Si ocurre algo malo en una ocasión esperará que ocurra una y otra vez. Palabras clave: todo, nunca, nadie, siempre, todos y ninguno.

4- Interpretación del pensamiento: Sin mediar palabra, la persona sabe qué sienten los demás y por qué se comportan de la forma en que lo hacen. En concreto, es capaz de adivinar qué sienten los demás respecto a ella.

5- Visión catastrófica: Se espera el desastre. La persona se entera o escucha un problema y empieza a decirse: "Y si": "¿Y si estallara la tragedia?" ¿Y si me sucede a mí?

6- Personalización: La persona que los sufre cree que todo lo que la gente hace o dice es alguna forma de reacción hacia ella. También se compara con los demás, intentando determinar quién es más elegante, tiene mejor aspecto.

7- Falacias de control: Si se siente externamente controlado (impotente), se ve así mismo desamparado, como una víctima del destino. La falacia de control interno convierte a la persona en responsable del sufrimiento o de la felicidad de aquellos que le rodean (omnipotente).

8- Falacia de la justicia: La persona está resentida porque piensa que conoce qué es la justicia, pero los demás no están de acuerdo con ella.

9- Culpabilidad: La persona mantiene que los demás son los responsables de su sufrimiento, o toma el punto de vista opuesto y se culpa a sí mismo de todos los problemas ajenos.

10- Debería. La persona posee una lista de normas rígidas sobre cómo deberían actuar tanto ella como los demás. Las personas que transgreden estas normas le enojan y también se siente culpable si las viola ella misma.

11- Razonamiento emocional: Cree que lo que siente tendría que ser verdadero, automáticamente. Si siente como estúpida y aburrida una cosa, debe ser estúpida y aburrida

12- La falacia de cambio: Una persona espera que los demás cambiaran para seguirle si los influye o camela lo suficiente. Necesita cambiar a la gente porque sus esperanzas de felicidad parecen depender enteramente de ello.

13- Las etiquetas globales: Se generalizan una o dos cualidades de un juicio negativo global.

14- Tener razón: Continuamente está en un proceso para probar

15- La falacia de recompensa divina. Espera cobrar algún día todo el sacrificio y abnegación, como si hubiera alguien que llevara las cuentas. Se resiente cuando se comprueba que la recompensa no llega.

 

¿Qué funciones desempeñan las emociones en las distorsiones cognitivas?

Cumplen una doble función. Por un lado, facilitan los errores que cometemos al percibir el medio; es decir, facilitan que experimentemos como algo negativo un acontecimiento ambiguo o inofensivo. Y, por otro, mantienen las creencias negativas acerca de sí mismo, el mundo o el futuro.

Transformar el pensamiento que se cree hecho en interrogante permite reconocer que la interpretación de la realidad tiene múltiples alternativas. (Ejemplo: Ante una interpretación catastrófica como "mi vida es un desastre" se transforma en ¿mi vida es un desastre realmente?).

El cuerpo es un tipo de reactor psicobiológico del estrés y tiene su manifestación fisiológica. Los cambios que se producen en el cuerpo determinados por una actitud innata heredada de lucha o huida expresan formas de reaccionar a los estresores que surgen de la interpretación que cada uno realice del entorno. Influirá la forma en la que se active su representación constructiva de la realidad y del tipo de personalidad del individuo.

"...cuando los estímulos que nos llegan son interpretados como amenazantes, los centros de regulación dan al organismo la información que le conducirá a enfrentarse o a escapar de la amenaza" (Davis et al., 1985).

Los cambios físicos son observables, por ejemplo: las pupilas se dilatan para mejorar la visión, el oído se agudiza. Los músculos se tensan para responder al desafío, la sangre se bombea hacia el cerebro y los músculos para aumentar la llegada de oxígeno a las células y favorecer así los procesos mentales y prepararnos para enfrentar la amenaza que se percibe.

Si estos cambios no se autolimitan o persisten pese a la desaparición de una clara amenaza o si la situación de peligro perdura y no logramos adaptarnos a esta entraremos en estrés crónico (distrés) y las manifestaciones descriptas anteriormente serán parte de nuestro quehacer diario. Además, pueden alterar ciclos y sistemas hormonales y nerviosos que se manifiestan como: insomnio o somnolencia diurna, agobio, fatiga crónica, impacto en el estado de ánimo, alteraciones en la función atención con el efecto sobre la función de memoria, modificación de hábitos alimentarios, consumo y/o abuso de tabaco, alcohol, drogas recreativas y en algunos casos automedicación para intentar paliar los síntomas (Ejemplo: Benzodiacepinas).

Múltiples publicaciones científicas han demostrado que en contexto de pandemia estos procesos se han acelerado y aumentado, viéndose reflejado en un aumento exponencial de consultas a profesionales de salud dedicados al área de salud mental(Allegri y Sevlever, 2020).

Particularmente en los adultos mayores se detectó una acelerada declinación de sus funciones cognitivas y grado de dependencia. Aquellos que impresionaban tener un rendimiento cognitivo acorde a su edad y escolaridad comenzaron a presentar fallas durante el aislamiento. Aquellos que ya contaban con un diagnóstico de deterioro cognitivo o algún grado de demencia incrementaron su discapacidad y en muchas ocasiones agregaron sintomatología neuropsiquiátrica y trastornos del comportamiento asociado al aislamiento (Serrano, 2021). Los pacientes con menor red de contención fueron los más afectados por el aislamiento.

Los distintos centros del cerebro que aceleran nuestros procesos bioquímicos cuando estamos en alerta pueden ser modulados con el entrenamiento de ciertas estrategias. En el taller de manejo dinámico del estrés del Hospital Zubizarreta pudimos poner en práctica dichas modalidades de intervención generando adherencia por parte de los miembros que concurrieron. Durante la disposición de aislamiento social obligatorio por la pandemia de COVID-19 y el impedimento de continuar de forma presencial estas prácticas junto a los pacientes mayores considerados población de riesgo, adaptamos las actividades al personal del hospital expuesto a la atención de pacientes críticos. Este tipo de prácticas (Ejemplo: mindfulness) han colaborado en mejorar la calidad de vida de los pacientes y se destacaron entre las intervenciones no farmacológicas de preferencia sugeridas durante la cuarentena. Un tiempo y espacio dedicado a autopercibirse y autoevaluarse durante ejercicios de respiración, de atención plena que representan una tregua para el organismo a los estímulos externos. La relajación normaliza nuestros procesos físicos, mentales y emocionales (Davis et al., 1985).

Las instituciones con su capacidad normativa tendrán que dar este tipo de intervenciones y de abordaje integral a los pacientes y familiares de manera presencial cuando resulte factible o adaptarlas a los escenarios virtuales. La interacción virtual implica ciertas dificultades para lograr una adecuada adherencia a las prácticas en adultos mayores que presenten limitantes para el uso de ciertas tecnologías por barreras sensoriales: hipoacusia, problemáticas visuales, etc. Muchos pacientes manifestaron no estar cómodos de realizar algún tipo de prácticas al estar observados o compartiendo el espacio con otros miembros de la familia. Recordemos que la privacidad es un importante factor que impacta emocionalmente y en la autoestima. De ser llevadas a cabo bajo esta modalidad deberá otorgarse el lugar adecuado para poder realizarlas y respetar dicho momento.

Incorporar actividades nuevas en forma de rutina y desarrollar un hábito es complejo en los adultos mayores que pueden estar presentando una declinación cognitiva dada por la edad o algún grado de deterioro cognitivo. Este obstáculo debe ser tenido en cuenta por los profesionales de la salud y explicado a los familiares y cuidadores a la hora de sugerir o indicar ciertos tratamientos o estrategias cotidianas. No se trata solo de falta de voluntad sino en la dificultad para incorporar y retener conceptos y aprendizajes nuevos en el sistema de memoria. Señalar este hecho es importante para poder trabajar junto a pacientes y familiares y ayudarlos en el desarrollo de actividades diarias que ayuden a atenuar situaciones estresantes. Para aprender prácticas nuevas será conveniente iniciarlas desde un contexto conocido, respetando patrones de horario y explicando, quizás reiteradas veces, el por qué y para qué de cada actividad para generar una rutina (Ejemplo: Uso de barbijo al salir del domicilio, lavado de manos, etc.). Los vínculos se transformaron en los últimos dos años y requirieron del adecuado uso de la tecnología, las modalidades de interacción social intentaron adaptarse a la virtualidad. Esta realidad no resultó sencilla para la mayoría de los adultos mayores que fueron superados por el asombro de tener que utilizar nuevas tecnologías para estar en contacto con sus seres queridos y hasta para tener consultas médicas, solicitar turnos y recetas.

 

Experiencia en el hospital Dr. Abel Zubizarreta (HZ). Taller de Manejo dinámico del estrés

El mindfulness es una técnica de meditación basada en la toma de conciencia del momento presente. Además de sus beneficios para reducir el estrés y mejorar la salud, la investigación científica de las últimas décadas sugiere que la práctica de la meditación mindfulness beneficia la memoria y el aprendizaje.

Numerosos estudios científicos han analizado las variaciones morfométricas en el cerebro de personas que practicaban mindfulness de manera regular, frente a personas que no practicaban esta meditación.

La mayoría de estos estudios coinciden que el mindfulness aumenta el volumen de materia gris, e incluso el tamaño de algunas regiones cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje, como el hipocampo y la corteza cerebral.

Beneficios frente a patologías mentales:

La meditación mindfulness parece ser beneficiosa para un gran número de problemas relacionados con el cerebro. En general, los problemas relacionados con el autocontrol, como pueden ser las adicciones, la ansiedad generalizada o la depresión se benefician con la práctica de esta meditación.

Además, cada vez son más los estudios científicos que demuestran cambios favorables en la estructura del cerebro.

Los beneficios de la práctica del mindfulness también podría tener implicancias sobre el deterioro cognitivo en personas con Alzheimer. En un estudio clínico efectuado por investigadores de las Islas Canarias, se ha demostrado que en los pacientes con síntomas de Alzheimer en sus primeras fases se reducía el deterioro cognitivo cuando practicaban mindfulness. Los investigadores hicieron un seguimiento durante dos años de 127 pacientes con un diagnóstico probable de Alzheimer a los que se trataba con donepezilo. Los pacientes se dividieron en tres grupos, que siguieron tres tipos diferentes de sesiones durante 90 minutos tres veces en semana. Un grupo practicaba seguía sesiones de mindfulness, otro grupo terapia de estimulación cognitiva, y un tercero relajación muscular progresiva.

Los resultados demostraron que los pacientes que habían seguido las sesiones de mindfulness durante 92 semanas mostraban un deterioro cognitivo significativamente menor que los otros dos grupos.

"...los beneficios de la relajación y de las técnicas de reducción del estrés solamente se obtienen después de haberlas practicado de modo regular durante cierto tiempo..." (Davis et al., 1985, pp. 5).

El poder brindar herramientas para poder evaluar cómo construimos la realidad es un factor determinante y sumar el trabajo interdisciplinario a estas vivencias es una estrategia valiosa. A veces debemos desaprender para volver a empezar. Reducir el estrés crónico beneficia las funciones cerebrales superiores, beneficiarlas ayudará a prevenir el deterioro cognitivo y a lograr perdurar nuestra autonomía con el objetivo de lograr un envejecimiento activo y saludable.

 

Referencias

Allegri, R y Sevlever, G. Invited (2020). Commntary. The elusive parodox: The Woods behind the tres-Neurology Blogs [Internet]. NeurologyBlogs.

Recuperado en: https://blogs.neurology.org/covid-19-coronavirus/invited-commentary-the-elusive-paradox-the-woods-behind-the-trees/

Kabat- Zinn, J. (2017). Mindfulness en la vida cotidiana. Paidós

López Rosetti, D. (2013). Estrés, epidemia del siglo XXI. Buenos Aires: Lumen.

McKay, M., Davis, M., Fanning, P. (1988) Técnicas cognitivas para el tratamiento del estrés. México: Martínez Roca.

Davis, M., McKay, M., Eshelman, E. R. ( 1985). Técnicas de autocontrol emocional. Méxco: Martínez Roca.

OPS/OMS (2020) Salud Mental y Covid-19. Recuperado en: https://www.paho.org/es/salud-mental-covid-19

Serrano, C. M. (2021). Covid-19 y Demencia ¿Cómo se vive en Pandemia? Recuperado en: https://www.alma-alzheimer.org.ar/es/alzheimer-y-demencia/articulos-cientificos/covid-19-y-demencia-como-se-vive-en-pandemia

 

 
7ma Edición - Diciembre 2021
 
 
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