El
miedo, generador de estrés crónico,
se
apoderó
de cada uno de los adultos mayores que consultaron en los diversos
sistemas de salud
durante la pandemia de COVID-19 (OPS/OMS, 2020).
Brindar
recursos cognitivos, afectivos y comportamentales en estos tiempos
marcará un diferencial para afrontar situaciones sentidas como
amenazantes. El
aumento significativo de espacios
tanto virtuales como algunos escasos presenciales
que abordaron
temáticas de estrés
evidenciaron
la necesidad de profundizar en el
tema así
como en la búsqueda de herramientas para
intentar modularlo (Ej.: mindfulness,
Kabt-Zin, 2017). Volver
a revisar
conceptos
como: pensamiento
distorsionado
y control
emocional
será muy
necesario
en
este
contexto.
Cómo
reaccionamos ante las situaciones que vivimos amenazantes es
determinante. El estrés es un hecho habitual y natural en
nuestras vidas y toda situación de cambio que tenemos que
afrontar implica una adaptación. El riesgo se define como la
aproximación a un daño factible y en nuestra mente
suelen instalarse pensamientos distorsionados, con valencia negativa
en general, que intentan ayudarnos y mantenernos con vida (Ejemplo:
"debo tener cuidado ante esta situación nueva").
Nuestras vivencias estresoras, se nutren de tres
fuentes elementales:
el entorno,
nuestros escenarios en la vida cotidiana, nuestro cuerpo
con todas sus potencialidades, debilidades y fortalezas y los
pensamientos
con sus distorsiones o creaciones constructivas.
No
importa lo que sucede sino cómo se lo interpreta. ¿Somos
lo que pensamos?
Pensamientos distorsionados
Sobre
generalización. ...
Catastrofismo.
...
Ilusión
de control. ...
Demanda
de justicia. ...
Razonamiento
emocional. ...
Falacia
del cambio. ...
Personalización.
...
Culpabilización.
¿Qué
es una distorsión?
Se
refiere a tener la creencia de que las cosas son como tal y como me
siento o como me hacen sentir. Por ejemplo,
cuando siento que soy una persona poco valiosa tendré la
creencia de que realmente lo soy, si siento que soy un tonto es que
realmente lo soy, si otra persona me hace sentir mal es porque es
mala.
Las distorsiones
cognitivas son
aquellas maneras erróneas que tenemos de procesar la
información, es decir, malinterpretaciones de lo que ocurre a
nuestro alrededor, generando múltiples consecuencias
negativas.
15
TIPOS DE PENSAMIENTOS DISTORSIONADOS:
1-
Filtraje. Se toman los detalles negativos y se magnifican mientras
que no se filtran todos los aspectos positivos de la situación.
Palabras clave: terrible, tremendo, horroroso, no puedo resistirlo.
2-
Pensamiento polarizado. Las cosas no son blancas o negras, buenas o
malas. La persona ha de ser perfecta o es una fracasada. No existe
término medio.
3-
Sobregeneralización: Se extrae una conclusión general
de un simple incidente o parte de la evidencia. Si ocurre algo malo
en una ocasión esperará que ocurra una y otra vez.
Palabras clave: todo, nunca, nadie, siempre, todos y ninguno.
4-
Interpretación del pensamiento: Sin mediar palabra, la persona
sabe qué sienten los demás y por qué se
comportan de la forma en que lo hacen. En concreto, es capaz de
adivinar qué sienten los demás respecto a ella.
5-
Visión catastrófica: Se espera el desastre. La persona
se entera o escucha un problema y empieza a decirse: "Y si":
"¿Y si estallara la tragedia?" ¿Y si me
sucede a mí?
6-
Personalización: La persona que los sufre cree que todo lo que
la gente hace o dice es alguna forma de reacción hacia ella.
También se compara con los demás, intentando determinar
quién es más elegante, tiene mejor aspecto.
7-
Falacias de control: Si se siente externamente controlado
(impotente), se ve así mismo desamparado, como una víctima
del destino. La falacia de control interno convierte a la persona en
responsable del sufrimiento o de la felicidad de aquellos que le
rodean (omnipotente).
8-
Falacia de la justicia: La persona está resentida porque
piensa que conoce qué es la justicia, pero los demás no
están de acuerdo con ella.
9-
Culpabilidad: La persona mantiene que los demás son los
responsables de su sufrimiento, o toma el punto de vista opuesto y se
culpa a sí mismo de todos los problemas ajenos.
10-
Debería. La persona posee una lista de normas rígidas
sobre cómo deberían actuar tanto ella como los demás.
Las personas que transgreden estas normas le enojan y también
se siente culpable si las viola ella misma.
11-
Razonamiento emocional: Cree que lo que siente tendría que ser
verdadero, automáticamente. Si siente como estúpida y
aburrida una cosa, debe ser estúpida y aburrida
12-
La falacia de cambio: Una persona espera que los demás
cambiaran para seguirle si los influye o camela lo suficiente.
Necesita cambiar a la gente porque sus esperanzas de felicidad
parecen depender enteramente de ello.
13-
Las etiquetas globales: Se generalizan una o dos cualidades de un
juicio negativo global.
14-
Tener razón: Continuamente está en un proceso para
probar
15-
La falacia de recompensa divina. Espera cobrar algún día
todo el sacrificio y abnegación, como si hubiera alguien que
llevara las cuentas. Se resiente cuando se comprueba que la
recompensa no llega.
¿Qué
funciones desempeñan las emociones en las distorsiones
cognitivas?
Cumplen
una doble función.
Por un lado, facilitan los errores que cometemos
al percibir el medio; es decir, facilitan que experimentemos
como algo negativo un acontecimiento ambiguo o inofensivo. Y, por
otro, mantienen las creencias negativas acerca de sí mismo, el
mundo o el futuro.
Transformar
el pensamiento que se cree hecho en interrogante permite reconocer
que la interpretación de la realidad tiene múltiples
alternativas. (Ejemplo: Ante una interpretación catastrófica
como "mi vida es un desastre" se transforma en ¿mi
vida es un desastre realmente?).
El
cuerpo es un tipo de reactor psicobiológico del estrés
y tiene su manifestación fisiológica. Los cambios que
se producen en el cuerpo determinados por una actitud innata heredada
de lucha o huida expresan formas de reaccionar a los estresores que
surgen de la interpretación que cada uno realice del entorno.
Influirá la forma en la que se active su representación
constructiva de la realidad y del tipo de personalidad del individuo.
"...cuando
los estímulos que nos llegan son interpretados como
amenazantes, los centros de regulación dan al organismo la
información que le conducirá a enfrentarse o a escapar
de la amenaza" (Davis et al., 1985).
Los
cambios físicos son observables, por ejemplo: las pupilas se
dilatan para mejorar la visión, el oído se agudiza. Los
músculos se tensan para responder al desafío, la sangre
se bombea hacia el cerebro y los músculos para aumentar la
llegada de oxígeno a las células y favorecer así
los procesos mentales y prepararnos para enfrentar la amenaza que se
percibe.
Si
estos cambios no se autolimitan o persisten pese a la desaparición
de una clara amenaza o si la situación de peligro perdura y no
logramos adaptarnos a esta entraremos en estrés crónico
(distrés) y las manifestaciones descriptas anteriormente serán
parte de nuestro quehacer diario. Además, pueden alterar
ciclos y sistemas hormonales y nerviosos que se manifiestan como:
insomnio o somnolencia diurna, agobio, fatiga crónica, impacto
en el estado de ánimo, alteraciones en la función
atención con el efecto sobre la función de memoria,
modificación de hábitos alimentarios, consumo y/o abuso
de tabaco, alcohol, drogas recreativas y en algunos casos
automedicación para intentar paliar los síntomas
(Ejemplo: Benzodiacepinas).
Múltiples
publicaciones científicas han demostrado que en contexto de
pandemia estos procesos se han acelerado y aumentado, viéndose
reflejado en un aumento exponencial de consultas a profesionales de
salud dedicados al área de salud mental(Allegri y Sevlever,
2020).
Particularmente
en los adultos mayores se detectó una acelerada declinación
de sus funciones cognitivas y grado de dependencia. Aquellos que
impresionaban tener un rendimiento cognitivo acorde a su edad y
escolaridad comenzaron a presentar fallas durante el aislamiento.
Aquellos que ya contaban con un diagnóstico de deterioro
cognitivo o algún grado de demencia incrementaron su
discapacidad y en muchas ocasiones agregaron sintomatología
neuropsiquiátrica y trastornos del comportamiento asociado al
aislamiento (Serrano, 2021). Los pacientes con menor red de
contención fueron los más afectados por el aislamiento.
Los
distintos centros del cerebro que aceleran nuestros procesos
bioquímicos cuando estamos en alerta pueden ser modulados con
el entrenamiento de ciertas estrategias. En el taller de manejo
dinámico del estrés del Hospital Zubizarreta pudimos
poner en práctica dichas modalidades de intervención
generando adherencia por parte de los miembros que concurrieron.
Durante la disposición de aislamiento social obligatorio por
la pandemia de COVID-19 y el impedimento de continuar de forma
presencial estas prácticas junto a los pacientes mayores
considerados población de riesgo, adaptamos las actividades al
personal del hospital expuesto a la atención de pacientes
críticos. Este tipo de prácticas (Ejemplo:
mindfulness) han colaborado en mejorar la calidad de vida de los
pacientes y se destacaron entre las intervenciones no farmacológicas
de preferencia sugeridas durante la cuarentena. Un tiempo y espacio
dedicado a autopercibirse y autoevaluarse durante ejercicios de
respiración, de atención plena que representan una
tregua para el organismo a los estímulos externos.
La relajación normaliza nuestros procesos físicos,
mentales y emocionales (Davis
et al., 1985).
Las
instituciones con su capacidad normativa tendrán que dar este
tipo de intervenciones y de abordaje integral a los pacientes y
familiares de manera presencial cuando resulte factible o adaptarlas
a los escenarios virtuales. La interacción virtual implica
ciertas dificultades para lograr una adecuada adherencia a las
prácticas en adultos mayores que presenten limitantes para el
uso de ciertas tecnologías por barreras sensoriales:
hipoacusia, problemáticas visuales, etc. Muchos pacientes
manifestaron no estar cómodos de realizar algún tipo de
prácticas al estar observados o compartiendo el espacio con
otros miembros de la familia. Recordemos que la privacidad es un
importante factor que impacta emocionalmente y en la autoestima. De
ser llevadas a cabo bajo esta modalidad deberá otorgarse el
lugar adecuado para poder realizarlas y respetar dicho momento.
Incorporar
actividades nuevas en forma de rutina y desarrollar un hábito
es complejo en los adultos mayores que pueden estar presentando una
declinación cognitiva dada por la edad o algún grado de
deterioro cognitivo. Este obstáculo debe ser tenido en cuenta
por los profesionales de la salud y explicado a los familiares y
cuidadores a la hora de sugerir o indicar ciertos tratamientos o
estrategias cotidianas. No se trata solo de falta de voluntad sino en
la dificultad para incorporar y retener conceptos y aprendizajes
nuevos en el sistema de memoria. Señalar este hecho es
importante para poder trabajar junto a pacientes y familiares y
ayudarlos en el desarrollo de actividades diarias que ayuden a
atenuar situaciones estresantes. Para aprender prácticas
nuevas será conveniente iniciarlas desde un contexto conocido,
respetando patrones de horario y explicando, quizás reiteradas
veces, el por qué y para qué de cada actividad para
generar una rutina
(Ejemplo:
Uso de barbijo al salir del domicilio, lavado de manos, etc.). Los
vínculos se transformaron en los últimos dos años
y requirieron del adecuado uso de la tecnología, las
modalidades de interacción social intentaron adaptarse a la
virtualidad. Esta realidad no resultó sencilla para la mayoría
de los adultos mayores que fueron superados por el asombro de tener
que utilizar nuevas tecnologías para estar en contacto con sus
seres queridos y hasta para tener consultas médicas, solicitar
turnos y recetas.
Experiencia
en el hospital Dr. Abel Zubizarreta (HZ). Taller
de Manejo dinámico del estrés
El
mindfulness es una técnica de meditación basada en la
toma de conciencia del momento presente. Además de sus
beneficios para reducir el estrés y mejorar la salud, la
investigación científica de las últimas décadas
sugiere que la práctica de la meditación mindfulness
beneficia la memoria y el aprendizaje.
Numerosos
estudios científicos han analizado las variaciones
morfométricas en el cerebro de personas que practicaban
mindfulness de manera regular, frente a personas que no practicaban
esta meditación.
La
mayoría de estos estudios coinciden que el mindfulness aumenta
el volumen de materia gris, e incluso el tamaño de algunas
regiones cerebrales relacionadas con la memoria y el aprendizaje,
como el hipocampo y la corteza cerebral.
Beneficios
frente a patologías mentales:
La
meditación mindfulness parece ser beneficiosa para un gran
número de problemas relacionados con el cerebro. En general,
los problemas relacionados con el autocontrol, como pueden ser las
adicciones, la ansiedad generalizada o la depresión se
benefician con la práctica de esta meditación.
Además,
cada
vez son más los estudios científicos que demuestran
cambios favorables en la estructura del cerebro.
Los
beneficios de la práctica del mindfulness también
podría tener implicancias sobre el deterioro cognitivo en
personas con Alzheimer. En un estudio clínico efectuado por
investigadores de las Islas Canarias, se ha demostrado que en los
pacientes con síntomas de Alzheimer en sus primeras fases se
reducía el deterioro cognitivo cuando practicaban mindfulness.
Los investigadores hicieron un seguimiento durante dos años de
127 pacientes con un diagnóstico probable de Alzheimer a los
que se trataba con donepezilo. Los pacientes se dividieron en tres
grupos, que siguieron tres tipos diferentes de sesiones durante 90
minutos tres veces en semana. Un grupo practicaba seguía
sesiones de mindfulness, otro grupo terapia de estimulación
cognitiva, y un tercero relajación muscular progresiva.
Los
resultados demostraron que los pacientes que habían seguido
las sesiones de mindfulness durante 92 semanas mostraban un deterioro
cognitivo significativamente menor que los otros dos grupos.
"...los
beneficios de la relajación y de las técnicas de
reducción del estrés solamente se obtienen después
de haberlas practicado de modo regular durante cierto tiempo..."
(Davis et al., 1985, pp. 5).
El
poder brindar herramientas para poder evaluar cómo construimos
la realidad es un factor determinante y sumar el trabajo
interdisciplinario a estas vivencias es una estrategia valiosa. A
veces debemos desaprender para volver a empezar. Reducir el estrés
crónico beneficia las funciones cerebrales superiores,
beneficiarlas ayudará a prevenir el deterioro cognitivo y a
lograr perdurar nuestra autonomía con el objetivo de lograr un
envejecimiento activo y saludable.
Referencias
Allegri,
R y Sevlever, G. Invited (2020). Commntary. The elusive parodox: The
Woods behind the tres-Neurology Blogs [Internet]. NeurologyBlogs.
Recuperado
en:
https://blogs.neurology.org/covid-19-coronavirus/invited-commentary-the-elusive-paradox-the-woods-behind-the-trees/
Kabat-
Zinn, J. (2017). Mindfulness en la vida cotidiana. Paidós
López
Rosetti, D. (2013). Estrés, epidemia del siglo XXI. Buenos
Aires: Lumen.
McKay,
M., Davis, M., Fanning, P. (1988) Técnicas cognitivas para el
tratamiento del estrés. México: Martínez Roca.
Davis,
M., McKay, M., Eshelman, E. R. ( 1985). Técnicas
de autocontrol emocional. Méxco: Martínez Roca.
OPS/OMS
(2020) Salud Mental y Covid-19. Recuperado en:
https://www.paho.org/es/salud-mental-covid-19
Serrano,
C. M. (2021). Covid-19 y Demencia ¿Cómo se vive en
Pandemia? Recuperado en:
https://www.alma-alzheimer.org.ar/es/alzheimer-y-demencia/articulos-cientificos/covid-19-y-demencia-como-se-vive-en-pandemia