Nota
editorial: Este
artículo fue originalmente publicado en la Revista Argentina
de Clínica Psicológica IV (3). Agradecemos el permiso
para su reproducción.
"Dinos
maestro, ¿qué es el arte?".
"¿Queréis
oír la respuesta de los filósofos o la de los hombres
ricos que decoran sus habitaciones con mis cuadros? ¿O acaso
queréis oír la respuesta del rebaño que bala,
oralmente o por escrito, ya la alabanza, ya el vituperio de mi
obra?".
"No,
maestro, queremos oír tu propia respuesta"
Tras
un momento de reflexión, Apolonio respondió:
"Cuando
veo, oigo o siento algo que otra persona ha hecho, y cuando soy capaz
de descubrir en la huella que ha dejado su inteligencia, sus
intenciones, sus aspiraciones, su lucha -eso es para mí arte".
I.Gall.
"Theories of Art".
Artista.
Creador. Autor. Inventor. Artífice. Ejecutante. Maestro. El
que enseña a leer, escribir, contar y los rudimentos de las
principales disciplinas. Doctrinador. Guia. Enseñador. La
abeja reina. La llave que abre y cierra todas las cerraduras de una
casa. Ilustrador. Domine. Ayo... Compositor. Consejero. Adiestrado,
el que enseña una ciencia, arte u oficio o tiene título
para hacerlo. Practico. Perito. Ducho. Experto. Principal. Título
que se da a los religiosos encargados de enseñar y con el cual
se condecora a los beneméritos. El que tenía el grado
mayor en filosofía. Palo mayor de una embarcación. El
que advierte las ceremonias que deben observarse. Dícese de la
obra de relevante merito entre las de su clase.
Si
él viniese
si
viniese un hombre,
si
viniese un hombre al mundo, hoy,
con
la barba de claridad
de
los patriarcas: él debería,
si
hablase de este
tiempo,
debería
solamente
balbucear, balbucear, siem siem siempre
balbucear.
Paul
Celan
Un
hombre excepcional. Un verdadero maestro... Asilo conocimos muchos al
Dr. Raúl Javier Usandivaras, conservo siempre su sobrenombre
de la infancia, BUBY, y junto con el su frescura, su inocencia, su
curiosidad, su vocación investigadora. Sus balbuceos son
enseiianzas luminosas.
"En
un cuento de Maeterlinck, un hada les dice a dos hermanos, una niña
y un varón, que van a hallar la felicidad cuando encuentren un
pájaro completamente azul. Los dos chicos abandonan su casa y
emprenden la búsqueda. Recorren el mundo entero. A veces creen
haberlo encontrado, pero al acercarse ven que es negro; otras veces
resulta ser verde oscuro. Innumerables veces creen haberlo alcanzado,
pero es de otro color. Después de mucho andar desesperan de
encontrarlo y deciden renunciar a la búsqueda y volver a su
casa. Llegan muy tarde por la noche y se acuestan a dormir. A la
mañana siguiente, al despertarse, abren has persianas y las
ventanas de su cuarto y !Oh, sorpresa! ven un espléndido
pájaro totalmente azul, parado en el marco de la ventana...".
"...Todos
los seres humanos, lo sepamos o no, somos buscadores, y eso que
buscamos puede tener distintos nombres, desde la felicidad, como los
chicos del cuento, hasta el sentido de la vida, o Dios. El ser
buscadores forma parte de nuestra naturaleza humana. Generalmente
tomamos conciencia de ello alrededor de la edad media de la vida.
Algunos no se dan cuenta nunca...".
"...Como
si fuera necesario tener la inocencia de la infancia para emprender
esa empresa... no solo hay que volver a ser como niños para
iniciar la búsqueda, sino tener los dos aspectos del ser
humano completo, el femenino y el masculino... Sin la búsqueda
es imposible encontrar lo que se busca, y esta es tan larga que a
veces dura la vida entera. Y muchos veces lo que se busca es6 en
"casa", en el interior más profundo".
Así
comienza La
búsqueda del pájaro azul,
(Edición del autor, 1994) su obra póstuma.
Libro
autobiográfico donde Buby nos introduce en su vida y en su
obra y nos hace participes de su búsqueda, en su concepción
holística del hombre y su contexto, en sus ideas originales e
innovadoras, mezcla de poesía, psicoanálisis, búsquedas
espirituales. Y enorme sabiduría.
"...Ninguna
búsqueda del sentido de la vida puede ser exclusivamente
personal sino que debe abarcar a los otros. Nadie puede salvarse
solo. Formamos parte de un red de existencias, que no solo se
extiende en el presente sino que se enraiza en el pasado y se
proyecta hacia el futuro...".
"...La
palabra amor recupera su sentido original y es la meta de todos los
movimientos de este final de siglo. El amor de los unos a los otros
junto con el amor a la tierra, como Gaia, la diosa de quien era la
protegida, es lo único que puede salvar a la humanidad de su
destrucción. Salvar a nuestro planeta de la conducta suicida
que hemos tenido hasta ahora, cuando se lo pensaba como la fuente
inagotable de recursos para la humanidad sumergida en la locura, en
un progreso técnico inacabable, es la misión ineludible
que tiene el hombre actual. Al mismo tiempo, si no detenemos las
guerras fratricidas y los genocidios que asolan al mundo, en
cualquier momento el fantasma de la hecatombe nuclear, que se creía
superado, se vuelve realidad...".
Raúl
Javier Usandivaras nació el 28 de enero de 1924 en Buenos
Aires, murió el 12 de noviembre de 1994. Nació en una
familia patricia de clase alta, sus padres fueron: Raúl
Usandivaras y María Julia Paz. Eran tucumanos, de dos familias
tradicionales de esa provincia, pero el hecho de que la familia de su
madre tuviera que trasladarse a Buenos Aires para recuperarse de una
forma maligna de paludismo, y que su padre viniera a Buenos Aires a
estudiar Derecho, hizo que fueran inmigrantes en esta ciudad.
Fue
el primogénito y durante algunos años, hijo único
en casa de sus abuelos matemos donde vivieron al comienzo, era el
único nieto y el único sobrino de dos tías
solteronas. Tuvo un ama de leche vasca, una primera niñera
negra. Y una "Sauglingschwester", enfermera de lactantes,
alemana que tuvo un papel fundamental en su vida ya que enseñó
a Buby primero el alemán antes que la lengua materna. De ella
recibió junto con la imagen de un Dios muy bondadoso, el amor
a la música y a la cultura alemana, con sus grandes poetas,
Goethe y Schiller. Sus padres, ya de mayorcito le transmitieron su
amor por la cultura y la literatura francesa, desde Anatole France
hasta Maupassant. La historia y la cultura de Europa ejercieron una
influencia sobre su desarrollo como persona.
Cursó
su escuela primaria en la Escuela Argentina Modelo, entre 1935 y 1939
y el secundario lo hizo en el Colegio Nacional Sarmiento, entre 1936
y 1940.
Fue
educado en la religión católica, y en su adolescencia
pasó por un periodo de ateísmo militante que persistió
hasta que conoció a la que fue su mujer, Mary, en una guardia
de hospital, en quien encontró una fina religiosidad. Esto
ocurrió poco tiempo después de la muerte de su padre,
que fue un gran golpe para Buby. Se definía a si mismo como
"un católico sui generis".
Su
primera vocación fueron las ciencias naturales, pero a
instancias de su padre inició la carrera de Medicina, y se
despertó en Buby un gran entusiasmo por la investigación.
Cursó la carrera de Medicina entre 1941 y 1947, en la UBA
(Universidad de Buenos Aires).
En
el tercer año de Medicina entró por buen promedio a la
comisión especial del Profesor Houssay, para hacer
investigación en fisiología. Estaba interesado en la
glándula pineal, un gran enigma. Lo atraía todo lo
desconocido. Pero el profesor Houssay le mostro tan duro y frustrante
el camino elegido, que al año siguiente descubrió su
interés por el contacto con la persona. Y descubrir los
enigmas del alma.
Se
casó con Mary Murphy, medica, y tuvieron 12 hijos.
Respecto
de su familia nos dice en Líder,
detective y Chamán
(Ed. Docencia 1984): "Como en toda mi carrera, tanto en el
consultorio como en el escritorio, leyendo o escribiendo, los que se
ven privados de una buena cuota de marido, padre o abuelo, que les
corresponde son los miembros de mi grupo familiar. A la tolerancia y
al apoyo de mi esposa y del resto de mi familia para todas mis tareas
va mi agradecimiento más grande".
A
mediados de 1950 se estaba formando como médico psiquiatra con
el Doctor Krapf, Pionero del Psicoanálisis en la Argentina,
más adelante miembro de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) quien le aconsejó el tema psicoterapia de grupo
para su tesis de doctorado. Sabía que en 1947 el que había
estado trabajando con esa técnica innovadora en esas épocas,
era el Doctor Enrique Pichon Riviere, pero a pesar de que lo conocía
y sabia de su generosidad, a Buby le pareció que no sería
grato volver sobre esa experiencia frustrada, "Y decidí
arreglármelas solo". Con la guía del Doctor Krapf
y a través de los libros de Klapmann, Schilder y Slavson, se
introdujo en la psicoterapia de grupo.
En
ese momento ya había iniciado su formación como
psicoanalista en la Asociación Psicoanalítica
Argentina. En 1951 comenzó su análisis didáctico
con la Doctora Marie Langer, de quien resalta el sentirse respetado
como persona, sobre todo en sus creencias religiosas. Fue miembro
titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Y
secretario en 1972.
En
1951 comenzó sus primeras experiencias con los pacientes del
servicio del Doctor Krapf que eran esquizofrénicos crónicos
con muchos años de hospitalización. Al cabo de un
tiempo comenzó a trabajar con el otro médico asistente
al servicio, que era el Doctor Morgan quien había estado en la
Tavistock Clinic de Londres trabajando en experiencias grupales.
Luego se unió al equipo del Doctor Resnik, psicoanalista con
experiencia en análisis de psicóticos.
Su
primer grupo terapéutico lo inicio el 27 de agosto de 1951 en
el consultorio del servicio Pinel del Hospital Neuropsiquiatrico, (el
Hospicio de las Mercedes). Tuvo además un grupo de neuróticos
en la sala cuatro del Hospital del Clínicas; otro grupo no
terapéutico compuesto por una comunidad de monjas en el
Instituto Católico de Ciencias que dirigía el Doctor
Eduardo Braun Menéndez y otro grupo de hipertensos graves en
un servicio de cardiología.
Además,
el equipo se reunía a estudiar los textos de Bion (autor de
cabecera para los grupanalistas). Así se reunió
alrededor de este equipo pionero un conjunto de analistas jóvenes
interesados en el desarrollo de este nuevo campo de trabajo y se
transformaron en propagandistas naturales de la psicoterapia de
grupo.
En
1954 tuvo Lugar el Primer Congreso de Psicoterapia de Grupo en la
ciudad de Toronto, Canadá, al que concurrieron Buby, Morgan y
Momm. Allí Buby presento su primer trabajo sobre un grupo
formado por una comunidad de religiosas que dirigió durante
dos años. En ese congreso se contactó con Slavson,
presidente de la American Group Psychotherapy Association.
Al
regreso, con todo el entusiasmo y el empuje, a raíz de la
cordial recepción en el extranjero de sus trabajos, Buby,
junto con un grupo de colegas (Baranger, Bleger, Fontana, Garma,
Grinberg, Krapf, Langer, Momm, Muratorio, Puget, Pérez
Morales, Pichon Riviere, Rascovsky, Rodrigué, García
Reynoso G., Resnik, Spira) fundaron la "Asociación
Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupos" de la
cual fue su primer Presidente.
En
1957 organizaron el Primer Congreso Latinoamericano de Psicoterapia
de Grupos con un éxito nunca imaginado por los organizadores.
Buby
relata que al principio su teorización sobre los fenómenos
grupales estuvo fundamentada en los textos de Bion y Ezriel. Pero en
1954 llego a sus manos el libro de S.H. Foulkes "Introduction to
Group Analytic Psychotherapy". Quedó impactado por la
claridad de sus conceptos y por su enfoque clínico que daba
una mayor elasticidad a la labor del terapeuta y le permitía
tratar a los integrantes del grupo no solo como "partes del
grupo" sino como "personas" que venían a buscar
ayuda para su sufrimiento.
Un
capítulo especial merece una experiencia de investigación
de los fenómenos grupales con el instrumento ideado por Buby:
El Test de las Bolitas. El mismo tiene como antecedentes en su
historia: el recuerdo de un juego de infancia, "las damas
chinas", que se jugaba con bolitas sobre un cartón
perforado, y la influencia del libro "Das Glassperlenspiel"
de Herman Hesse (El juego de abalorios), una congregación
monástica que se dedicaba al estudio de un juego con bolitas
de cristal que era la síntesis de todas las ciencias y
filosofías. Además, durante la etapa inicial de su
formación en psiquiatría dinámica y
psicoanálisis, hizo un curso sobre el Test de Rorschach, que
aplicó a sus pacientes para completar el diagnostico clínico.
Cuando comenzó a trabajar con grupos psicoterapéuticos
le surgió la necesidad de algún instrumento de
diagnóstico similar al Rorschach, y comenzó utilizando
el Z-test (modificación del Rorschach) pero que continuaba
siendo un test individual, y el dibujo grupal. Pero ambos resultaron
insuficientes a sus propósitos.
Al
mismo tiempo Buby tenía la Catedra de Psicología Social
en la carrera de Sociología, en la cual fue profesor durante
siete años. Esta tarea docente lo impulso a conocer
acabadamente textos de Psicología Social y Antropología.
Entre
1966 y 1968 fue Director del Departamento de Ciencias de la Conducta
en el CEMIC (Centro de Educación Medica e Investigaciones
Clínicas) institución pionera en su momento que
abarcaba tareas asistenciales, docentes y de investigación.
Allí Buby organizo toda la tarea asistencial de su
departamento sobre la base del trabajo en grupo: cada paciente era
estudiado por distintos profesionales, asistente social, psicólogo
y psiquiatra, que luego discutían el diagnóstico y la
indicación en un grupo interdisciplinario. Y la indicación
de rutina -salvo contraindicación especifica- era la de grupo
terapéutico. Las tareas de supervisión y las reuniones
de staff también eran grupales.
Buby
había investigado también algunas técnicas para
estudiar un grupo: el sociodrama de Moreno y la observación
participante del grupo según Whyte, dos técnicas
clásicas en ese momento. Finalmente, por influencia de estos
factores, así como por las horas de juego con niños y
los ejercicios grupales que hacía con sus alumnos de
psicología social, fue apareciendo la idea del Test de las
Bolitas: una tarea grupal, a la manera de un juego, que se podía
realizar tanto con niños como con adultos. El test consiste en
que cada uno de los integrantes coloque sus veinte bolitas de un
mismo color sobre un tablero con orificios ordenados a manera de
damero, tratando de hacer algo en conjunto con los otros integrantes
del grupo. Se hacen tres ensayos sucesivos y se registra lo hecho
copiándolo sobre un gráfico que tiene tres réplicas
del tablero. Se registra también todo lo que dicen durante la
tarea y las respuestas a las preguntas sobre lo que han hecho. Cada
conjunto de veinte bolitas es uno de los cinco colores básicos:
rojo, azul, amarillo, verde y marrón. El resultado se puede
registrar sobre un protocolo y es lo suficientemente sencillo como
para ser cuantificado.
En
1960 tomo por primera vez a un grupo de tres chicos el test que había
ideado: tres niños en edad escolar, elegidos al azar del
consultorio externo de un servicio de psiquiatría infantil,
que dirigía el Doctor Florencio Escardó. Ahí
formó un grupo de colaboradores con los que aplicó,
tabuló e investigó los resultados del test. Entre 1963
y 1967 obtuvo la beca de la Fundation's Fund for Research in
Psychiatry que le brinda al grupo un subsidio para la investigación.
En
1970 publica el libro El Test de las Bolitas (Ed. Paidós,
1970), donde explicaba el procedimiento de administración,
tabulación e interpretación del test.
En
1980 Buby presento, en el Séptimo Congreso de Psicoterapia de
Grupo en Copenhagen, su trabajo The
Marbles Test: Ten Years Later
(El Test de las Bolitas: Diez Altos Después) mostrando las
modificaciones que habla ido introduciendo para hacerlo más
sencillo y facilitar su administración.
Cada
una de las dos décadas que tiene la historia del test se
diferencia claramente de la otra. En la primera desarrolló el
método de tabulación y lo aplica a distintos tipos de
grupos (terapéuticos, de psicóticos, familias, etc.) a
fin de comprobar el grado de confiabilidad del test, hasta que a
adquirió su fisonomía definitiva. En la segunda etapa
del test, el trabajo consistió fundamentalmente en la
aplicación clínica utilizándolo para estudiar
familias, parejas, y también grupos psicoterapéuticos.
Escribió un nuevo libro: Pareja,
familia y grupo. Aplicación técnica del Test de las
Bolitas
(Proyecto CINAE, 1982).
En
1977 publica la Enciclopedia
de Psiquiatría
(Ed. El Ateneo) junto con Guillermo Vidal y Hugo Bleichmar, donde
desarrollo los conceptos de "grupo" y "mito" con
la erudición y capacidad de síntesis que lo
caracterizaban.
En
1982 publica Grupo,
pensamiento y mito
acerca de su teoría sobre los grupos. Allí nos cuenta
que el libro comenzó en un workshop que presento en el Primer
Congreso Argentino de Psicología y Psicoterapia de Grupo que
tuvo Lugar en Buenos Aires del 13 de abril al 6 de mayo de 1981, y
que la calurosa acogida que tuvo su trabajo lo estimula a publicarlo
en forma de libro. Siempre destaca las "deudas de gratitud"
con sus colaboradores, colegas y pacientes cuyos aportes y criticas
le hicieron pensar y reformular sus hipótesis. Buby nos relata
en el prólogo que la idea de escribir un libro sobre
psicoterapia de grupo databa de los primeros años de la década
del '50 cuando hada poco que junto a otros analistas hablan comenzado
a trabajar con grupos terapéuticos:
"Era
un proyecto grupal pero, como suele suceder en los grupos de trabajo,
un subgrupo tome la delantera y escribió el libro que hubo de
ser obra de todos. Eso nos enojó (es una de las únicas
veces que Buby dice haberse enojado con un colega) a los que nos
habíamos sentido arbitrariamente excluidos e hizo que
abandonáramos el proyecto".
Rescatando
su formación en group-analysis, la corriente inglesa en
psicoanálisis grupal, Buby integro conceptos jungianos, como
el de arquetipos, con aportes antropológicos acerca de mitos y
rituales. Sus posteriores incursiones en el psicodrama, las técnicas
de sensibilización, los viajes chamanicos, los ejercicios de
imaginería, fueron enriqueciendo su teoría y su
técnica, dando cuenta de una multifacetica visión sobre
los fenómenos grupales que impide rotularlo o encansillarlo
dentro de alguna "escuela".
Buby
trato de hallar un mito para lo grupal, que fuera tan enriquecedor
como lo fue el Edipo para el psicoanálisis individual. Tomo el
viaje de Jasón y los Argonautas en busca del Vellocinio de
Oro, como modelo de los pequeños grupos. En el mito el
espíritu de grupo y la confraternidad está por encima
de los intereses individuales. Rescató el concepto de
"communitas",
estado esencial y genérico del vínculo humano que no es
simplemente una vivencia de exaltación en un clima de
confraternidad, sino una experiencia transformadora, que va a las
raíces del ser, que subraya la singularidad individual. Ese
estado liminal y marginal (de margen), suprime los detalles de la
diferenciación estructural, los roles diferenciados, las
posiciones, las valoraciones y las categorías jerárquicas
para encontrar algo profundamente comunal y compartido.
Communitas,
vínculo humano cuyos valores básicos son humildad,
desprendimiento, confraternidad, condiciones en las cuales se generan
mitos, símbolos, sistemas filosóficos, obras de arte.
Durante
1982 y 1983 dio un seminario sobre Psicoterapia de Grupo para
terapeutas ya formados en la Asociación Argentina de
Psicología y Psicoterapia de Grupo. Y a partir de allí
nació la idea de escribir Líder, detective y Chamán
(ed. Docencia 1984), en cuyo prologo nos dice:
"Hay
demasiado poco tiempo para informarse de lo fundamental en el campo
científico y una cantidad astronómica de publicaciones
para cometer el pecado de escribir solo por el placer personal de
hacerlo, sin mencionar la deplorable conducta de los que publican
para abultar sus currículos, sin tener realmente nada nuevo
que decir.
El
pensar que escribir un libro sobre aspectos generales de la
Psicoterapia de Grupo -a pesar de la abundante bibliografía
existente- podría ser útil para despejar errores y dar
un horizonte más Libre y más creativo a los terapeutas
de grupo y a los que están en formación, fue lo que me
decidió finalmente a hacerlo".
En
el final cita una (rase de Goethe: "Mira con los ojos bien
abiertos, en la Naturaleza viviente encontraras materia para cada
tiempo y aprenderás a ser modesto". Y enumera una serie
de condiciones imprescindibles en un terapeuta de grupos. Habla de la
modestia: "es una virtud muy escasa en nuestro gremio y sin
embargo muy necesaria para hacer terapia de grupo. El narcisismo que
todos llevamos y que no siempre atenúa el análisis
didáctico puede reavivarse cuando uno se sienta en el sillón
del terapeuta, frente a un grupo". Y nos advierte sobre los
riesgos del abuso del poder en las figuras del terapeuta "despótico
celoso guardián del encuadre "o en la tiranía del
"terapeuta depositario de la verdad". Por eso aconseja
"mirar con los ojos bien abiertos "a su grupo y a si mismo
desempeñando su rol, y así aprender a ser modesto,
sabiendo de antemano que es una virtud que tiene que desarrollar.
Parte de esta modestia la deberá utilizar "respetando al
grupo", dando por supuesto que el grupo siempre tiene razón
y que no todo es "resistencia"
"...Cuando
uno como terapeuta reconoce que se ha equivocado, no como confesión
melancólica sino como constatación objetiva, el grupo
lo valora y respeta mucho más y lo toma como ejemplo para que
cada uno también pueda reconocer sus errores...".
"...Otra
virtud muy necesaria es la paciencia, que nos ayuda a esperar que los
cambios se produzcan verdaderamente, y además para poder
tolerar las agresiones de ciertos pacientes, sin reaccionar de la
misma forma...". También enfatiza la necesidad de
expresar, si es necesario, el enojo, para mostrar que el terapeuta es
una persona y no un robot sin sentimientos, ni tampoco que está
atado de pies y manos por una supuesta ley superior que le impide
reaccionar haga lo que haga el paciente.
Otro
capítulo especial merecen los grupos de investigación
sobre el cuarto nivel o nivel primordial en los grupos (descripto por
S.H. Foulkes). Busco la manera de explorar ese nivel arcaico
dedicando muchos años de su vida y sobre todo los últimos
a esas investigaciones, con grupos formados por colegas, de los
cuales Buby formó parte como un integrante más,
trabajando con técnicas combinadas, meditación,
visualizaciones, técnicas chamanicas, etc., para lograr
regresiones grupales y estados diferentes de conciencia, donde
encontró imágenes arquetípicas del inconsciente
colectivo junguiano. Estos grupos fueron: el grupo Síntesis,
que comenzó a fines de la década del '50 y continuo
durante 30 años; el grupo de Investigación de los
Martes, que comenzó en 1986 y continuo hasta el momento de su
muerte; el grupo del Curso de la Asociación; el grupo del
Laberinto; el grupo Diferente. Como relatos de esas experiencias
escribió dos libros: Del
laberinto al mito
(Ed. del Autor, 1991), y De
Líder a Chaman. Evolución de una idea
(Ed.Docencia, 1993).
De
su estoica y tenaz lucha con su enfermedad de cáncer, durante
seis años, nos ha dejado el relato de sueños y
vivencias que lo hicieron tomar contacto con la psicología
transpersonal. En su libro Emergencias
Espirituales
(Ed. del Autor, 1992) relata las distintas alternativas que puede
presentar el viaje del héroe, cuyos momentos cumbre suponen
riesgo pero también oportunidad para la aparición de un
nuevo y superior estado de conciencia y transforman radicalmente la
vida.
Para
poder cerrar esta apretada síntesis de una vida tan rica,
volvamos a La Búsqueda del Pájaro Azul:
"...Cada
uno tiene el necesario rol de ser el héroe de su propia vida.
Toda verdadera enseñanza, toda tradición genuina ha
buscado entrenar a sus discípulos para actuar este papel, para
llegar a ser, de hecho, seguidores de la gran búsqueda del
propio self. Santo o sannyasin, monje o aprendiz de artesano,
guerrero sioux de la danza del sol, sheik musulmán o Caballero
de la Tabla Redonda, todos están luchando por la conquista del
dragón del Ego, el encontrar y liberar la pura esencia, el
centro del ser. Cada uno debe ser el héroe de una historia: la
propia".
"La
sabiduría es poder aceptar la vida que uno ha vivido, con sus
aciertos y sus errores y lograr una imagen de sí mismo, que
sea at mismo tiempo real y aceptable para él".
Y
cierra su libro con esta frase de Teilhard de Chardin: "...0jala
puedas encontrar la senda que to lleve a lo más elevado de ti
mismo, conserva la verdadera senda y espera el descubrimiento
perpetuo y ten confianza en la vida. Eso es todo...".