ISSN 2618-5628
 
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Historia  
Biografía, Raúl Javier Usandivaras  
     

 
Biografía Raúl Javier Usandivaras (1924-1994). Épica de una búsqueda espiritual de sentido de la vida.
 
Martínez, Marta
Centro Oro
Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo (AAPPG)
Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires (APde BA.)
 

 

Nota editorial: Este artículo fue originalmente publicado en la Revista Argentina de Clínica Psicológica IV (3). Agradecemos el permiso para su reproducción.

 

"Dinos maestro, ¿qué es el arte?".

"¿Queréis oír la respuesta de los filósofos o la de los hombres ricos que decoran sus habitaciones con mis cuadros? ¿O acaso queréis oír la respuesta del rebaño que bala, oralmente o por escrito, ya la alabanza, ya el vituperio de mi obra?".

"No, maestro, queremos oír tu propia respuesta"

Tras un momento de reflexión, Apolonio respondió:

"Cuando veo, oigo o siento algo que otra persona ha hecho, y cuando soy capaz de descubrir en la huella que ha dejado su inteligencia, sus intenciones, sus aspiraciones, su lucha -eso es para mí arte".

I.Gall. "Theories of Art".

 

Artista. Creador. Autor. Inventor. Artífice. Ejecutante. Maestro. El que enseña a leer, escribir, contar y los rudimentos de las principales disciplinas. Doctrinador. Guia. Enseñador. La abeja reina. La llave que abre y cierra todas las cerraduras de una casa. Ilustrador. Domine. Ayo... Compositor. Consejero. Adiestrado, el que enseña una ciencia, arte u oficio o tiene título para hacerlo. Practico. Perito. Ducho. Experto. Principal. Título que se da a los religiosos encargados de enseñar y con el cual se condecora a los beneméritos. El que tenía el grado mayor en filosofía. Palo mayor de una embarcación. El que advierte las ceremonias que deben observarse. Dícese de la obra de relevante merito entre las de su clase.

Si él viniese
si viniese un hombre,
si viniese un hombre al mundo, hoy,
con la barba de claridad
de los patriarcas: él debería,
si hablase de este
tiempo,
debería
solamente balbucear, balbucear, siem siem siempre
balbucear.

Paul Celan

 

Un hombre excepcional. Un verdadero maestro... Asilo conocimos muchos al Dr. Raúl Javier Usandivaras, conservo siempre su sobrenombre de la infancia, BUBY, y junto con el su frescura, su inocencia, su curiosidad, su vocación investigadora. Sus balbuceos son enseiianzas luminosas.

"En un cuento de Maeterlinck, un hada les dice a dos hermanos, una niña y un varón, que van a hallar la felicidad cuando encuentren un pájaro completamente azul. Los dos chicos abandonan su casa y emprenden la búsqueda. Recorren el mundo entero. A veces creen haberlo encontrado, pero al acercarse ven que es negro; otras veces resulta ser verde oscuro. Innumerables veces creen haberlo alcanzado, pero es de otro color. Después de mucho andar desesperan de encontrarlo y deciden renunciar a la búsqueda y volver a su casa. Llegan muy tarde por la noche y se acuestan a dormir. A la mañana siguiente, al despertarse, abren has persianas y las ventanas de su cuarto y !Oh, sorpresa! ven un espléndido pájaro totalmente azul, parado en el marco de la ventana...".

"...Todos los seres humanos, lo sepamos o no, somos buscadores, y eso que buscamos puede tener distintos nombres, desde la felicidad, como los chicos del cuento, hasta el sentido de la vida, o Dios. El ser buscadores forma parte de nuestra naturaleza humana. Generalmente tomamos conciencia de ello alrededor de la edad media de la vida. Algunos no se dan cuenta nunca...".

"...Como si fuera necesario tener la inocencia de la infancia para emprender esa empresa... no solo hay que volver a ser como niños para iniciar la búsqueda, sino tener los dos aspectos del ser humano completo, el femenino y el masculino... Sin la búsqueda es imposible encontrar lo que se busca, y esta es tan larga que a veces dura la vida entera. Y muchos veces lo que se busca es6 en "casa", en el interior más profundo".

Así comienza La búsqueda del pájaro azul, (Edición del autor, 1994) su obra póstuma.

Libro autobiográfico donde Buby nos introduce en su vida y en su obra y nos hace participes de su búsqueda, en su concepción holística del hombre y su contexto, en sus ideas originales e innovadoras, mezcla de poesía, psicoanálisis, búsquedas espirituales. Y enorme sabiduría.

"...Ninguna búsqueda del sentido de la vida puede ser exclusivamente personal sino que debe abarcar a los otros. Nadie puede salvarse solo. Formamos parte de un red de existencias, que no solo se extiende en el presente sino que se enraiza en el pasado y se proyecta hacia el futuro...".

"...La palabra amor recupera su sentido original y es la meta de todos los movimientos de este final de siglo. El amor de los unos a los otros junto con el amor a la tierra, como Gaia, la diosa de quien era la protegida, es lo único que puede salvar a la humanidad de su destrucción. Salvar a nuestro planeta de la conducta suicida que hemos tenido hasta ahora, cuando se lo pensaba como la fuente inagotable de recursos para la humanidad sumergida en la locura, en un progreso técnico inacabable, es la misión ineludible que tiene el hombre actual. Al mismo tiempo, si no detenemos las guerras fratricidas y los genocidios que asolan al mundo, en cualquier momento el fantasma de la hecatombe nuclear, que se creía superado, se vuelve realidad...".

Raúl Javier Usandivaras nació el 28 de enero de 1924 en Buenos Aires, murió el 12 de noviembre de 1994. Nació en una familia patricia de clase alta, sus padres fueron: Raúl Usandivaras y María Julia Paz. Eran tucumanos, de dos familias tradicionales de esa provincia, pero el hecho de que la familia de su madre tuviera que trasladarse a Buenos Aires para recuperarse de una forma maligna de paludismo, y que su padre viniera a Buenos Aires a estudiar Derecho, hizo que fueran inmigrantes en esta ciudad.

Fue el primogénito y durante algunos años, hijo único en casa de sus abuelos matemos donde vivieron al comienzo, era el único nieto y el único sobrino de dos tías solteronas. Tuvo un ama de leche vasca, una primera niñera negra. Y una "Sauglingschwester", enfermera de lactantes, alemana que tuvo un papel fundamental en su vida ya que enseñó a Buby primero el alemán antes que la lengua materna. De ella recibió junto con la imagen de un Dios muy bondadoso, el amor a la música y a la cultura alemana, con sus grandes poetas, Goethe y Schiller. Sus padres, ya de mayorcito le transmitieron su amor por la cultura y la literatura francesa, desde Anatole France hasta Maupassant. La historia y la cultura de Europa ejercieron una influencia sobre su desarrollo como persona.

Cursó su escuela primaria en la Escuela Argentina Modelo, entre 1935 y 1939 y el secundario lo hizo en el Colegio Nacional Sarmiento, entre 1936 y 1940.

Fue educado en la religión católica, y en su adolescencia pasó por un periodo de ateísmo militante que persistió hasta que conoció a la que fue su mujer, Mary, en una guardia de hospital, en quien encontró una fina religiosidad. Esto ocurrió poco tiempo después de la muerte de su padre, que fue un gran golpe para Buby. Se definía a si mismo como "un católico sui generis".

Su primera vocación fueron las ciencias naturales, pero a instancias de su padre inició la carrera de Medicina, y se despertó en Buby un gran entusiasmo por la investigación. Cursó la carrera de Medicina entre 1941 y 1947, en la UBA (Universidad de Buenos Aires).

En el tercer año de Medicina entró por buen promedio a la comisión especial del Profesor Houssay, para hacer investigación en fisiología. Estaba interesado en la glándula pineal, un gran enigma. Lo atraía todo lo desconocido. Pero el profesor Houssay le mostro tan duro y frustrante el camino elegido, que al año siguiente descubrió su interés por el contacto con la persona. Y descubrir los enigmas del alma.

Se casó con Mary Murphy, medica, y tuvieron 12 hijos.

Respecto de su familia nos dice en Líder, detective y Chamán (Ed. Docencia 1984): "Como en toda mi carrera, tanto en el consultorio como en el escritorio, leyendo o escribiendo, los que se ven privados de una buena cuota de marido, padre o abuelo, que les corresponde son los miembros de mi grupo familiar. A la tolerancia y al apoyo de mi esposa y del resto de mi familia para todas mis tareas va mi agradecimiento más grande".

A mediados de 1950 se estaba formando como médico psiquiatra con el Doctor Krapf, Pionero del Psicoanálisis en la Argentina, más adelante miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien le aconsejó el tema psicoterapia de grupo para su tesis de doctorado. Sabía que en 1947 el que había estado trabajando con esa técnica innovadora en esas épocas, era el Doctor Enrique Pichon Riviere, pero a pesar de que lo conocía y sabia de su generosidad, a Buby le pareció que no sería grato volver sobre esa experiencia frustrada, "Y decidí arreglármelas solo". Con la guía del Doctor Krapf y a través de los libros de Klapmann, Schilder y Slavson, se introdujo en la psicoterapia de grupo.

En ese momento ya había iniciado su formación como psicoanalista en la Asociación Psicoanalítica Argentina. En 1951 comenzó su análisis didáctico con la Doctora Marie Langer, de quien resalta el sentirse respetado como persona, sobre todo en sus creencias religiosas. Fue miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Y secretario en 1972.

En 1951 comenzó sus primeras experiencias con los pacientes del servicio del Doctor Krapf que eran esquizofrénicos crónicos con muchos años de hospitalización. Al cabo de un tiempo comenzó a trabajar con el otro médico asistente al servicio, que era el Doctor Morgan quien había estado en la Tavistock Clinic de Londres trabajando en experiencias grupales. Luego se unió al equipo del Doctor Resnik, psicoanalista con experiencia en análisis de psicóticos.

Su primer grupo terapéutico lo inicio el 27 de agosto de 1951 en el consultorio del servicio Pinel del Hospital Neuropsiquiatrico, (el Hospicio de las Mercedes). Tuvo además un grupo de neuróticos en la sala cuatro del Hospital del Clínicas; otro grupo no terapéutico compuesto por una comunidad de monjas en el Instituto Católico de Ciencias que dirigía el Doctor Eduardo Braun Menéndez y otro grupo de hipertensos graves en un servicio de cardiología.

Además, el equipo se reunía a estudiar los textos de Bion (autor de cabecera para los grupanalistas). Así se reunió alrededor de este equipo pionero un conjunto de analistas jóvenes interesados en el desarrollo de este nuevo campo de trabajo y se transformaron en propagandistas naturales de la psicoterapia de grupo.

En 1954 tuvo Lugar el Primer Congreso de Psicoterapia de Grupo en la ciudad de Toronto, Canadá, al que concurrieron Buby, Morgan y Momm. Allí Buby presento su primer trabajo sobre un grupo formado por una comunidad de religiosas que dirigió durante dos años. En ese congreso se contactó con Slavson, presidente de la American Group Psychotherapy Association.

Al regreso, con todo el entusiasmo y el empuje, a raíz de la cordial recepción en el extranjero de sus trabajos, Buby, junto con un grupo de colegas (Baranger, Bleger, Fontana, Garma, Grinberg, Krapf, Langer, Momm, Muratorio, Puget, Pérez Morales, Pichon Riviere, Rascovsky, Rodrigué, García Reynoso G., Resnik, Spira) fundaron la "Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupos" de la cual fue su primer Presidente.

En 1957 organizaron el Primer Congreso Latinoamericano de Psicoterapia de Grupos con un éxito nunca imaginado por los organizadores.

Buby relata que al principio su teorización sobre los fenómenos grupales estuvo fundamentada en los textos de Bion y Ezriel. Pero en 1954 llego a sus manos el libro de S.H. Foulkes "Introduction to Group Analytic Psychotherapy". Quedó impactado por la claridad de sus conceptos y por su enfoque clínico que daba una mayor elasticidad a la labor del terapeuta y le permitía tratar a los integrantes del grupo no solo como "partes del grupo" sino como "personas" que venían a buscar ayuda para su sufrimiento.

Un capítulo especial merece una experiencia de investigación de los fenómenos grupales con el instrumento ideado por Buby: El Test de las Bolitas. El mismo tiene como antecedentes en su historia: el recuerdo de un juego de infancia, "las damas chinas", que se jugaba con bolitas sobre un cartón perforado, y la influencia del libro "Das Glassperlenspiel" de Herman Hesse (El juego de abalorios), una congregación monástica que se dedicaba al estudio de un juego con bolitas de cristal que era la síntesis de todas las ciencias y filosofías. Además, durante la etapa inicial de su formación en psiquiatría dinámica y psicoanálisis, hizo un curso sobre el Test de Rorschach, que aplicó a sus pacientes para completar el diagnostico clínico. Cuando comenzó a trabajar con grupos psicoterapéuticos le surgió la necesidad de algún instrumento de diagnóstico similar al Rorschach, y comenzó utilizando el Z-test (modificación del Rorschach) pero que continuaba siendo un test individual, y el dibujo grupal. Pero ambos resultaron insuficientes a sus propósitos.

Al mismo tiempo Buby tenía la Catedra de Psicología Social en la carrera de Sociología, en la cual fue profesor durante siete años. Esta tarea docente lo impulso a conocer acabadamente textos de Psicología Social y Antropología.

Entre 1966 y 1968 fue Director del Departamento de Ciencias de la Conducta en el CEMIC (Centro de Educación Medica e Investigaciones Clínicas) institución pionera en su momento que abarcaba tareas asistenciales, docentes y de investigación. Allí Buby organizo toda la tarea asistencial de su departamento sobre la base del trabajo en grupo: cada paciente era estudiado por distintos profesionales, asistente social, psicólogo y psiquiatra, que luego discutían el diagnóstico y la indicación en un grupo interdisciplinario. Y la indicación de rutina -salvo contraindicación especifica- era la de grupo terapéutico. Las tareas de supervisión y las reuniones de staff también eran grupales.

Buby había investigado también algunas técnicas para estudiar un grupo: el sociodrama de Moreno y la observación participante del grupo según Whyte, dos técnicas clásicas en ese momento. Finalmente, por influencia de estos factores, así como por las horas de juego con niños y los ejercicios grupales que hacía con sus alumnos de psicología social, fue apareciendo la idea del Test de las Bolitas: una tarea grupal, a la manera de un juego, que se podía realizar tanto con niños como con adultos. El test consiste en que cada uno de los integrantes coloque sus veinte bolitas de un mismo color sobre un tablero con orificios ordenados a manera de damero, tratando de hacer algo en conjunto con los otros integrantes del grupo. Se hacen tres ensayos sucesivos y se registra lo hecho copiándolo sobre un gráfico que tiene tres réplicas del tablero. Se registra también todo lo que dicen durante la tarea y las respuestas a las preguntas sobre lo que han hecho. Cada conjunto de veinte bolitas es uno de los cinco colores básicos: rojo, azul, amarillo, verde y marrón. El resultado se puede registrar sobre un protocolo y es lo suficientemente sencillo como para ser cuantificado.

En 1960 tomo por primera vez a un grupo de tres chicos el test que había ideado: tres niños en edad escolar, elegidos al azar del consultorio externo de un servicio de psiquiatría infantil, que dirigía el Doctor Florencio Escardó. Ahí formó un grupo de colaboradores con los que aplicó, tabuló e investigó los resultados del test. Entre 1963 y 1967 obtuvo la beca de la Fundation's Fund for Research in Psychiatry que le brinda al grupo un subsidio para la investigación.

En 1970 publica el libro El Test de las Bolitas (Ed. Paidós, 1970), donde explicaba el procedimiento de administración, tabulación e interpretación del test.

En 1980 Buby presento, en el Séptimo Congreso de Psicoterapia de Grupo en Copenhagen, su trabajo The Marbles Test: Ten Years Later (El Test de las Bolitas: Diez Altos Después) mostrando las modificaciones que habla ido introduciendo para hacerlo más sencillo y facilitar su administración.

Cada una de las dos décadas que tiene la historia del test se diferencia claramente de la otra. En la primera desarrolló el método de tabulación y lo aplica a distintos tipos de grupos (terapéuticos, de psicóticos, familias, etc.) a fin de comprobar el grado de confiabilidad del test, hasta que a adquirió su fisonomía definitiva. En la segunda etapa del test, el trabajo consistió fundamentalmente en la aplicación clínica utilizándolo para estudiar familias, parejas, y también grupos psicoterapéuticos. Escribió un nuevo libro: Pareja, familia y grupo. Aplicación técnica del Test de las Bolitas (Proyecto CINAE, 1982).

En 1977 publica la Enciclopedia de Psiquiatría (Ed. El Ateneo) junto con Guillermo Vidal y Hugo Bleichmar, donde desarrollo los conceptos de "grupo" y "mito" con la erudición y capacidad de síntesis que lo caracterizaban.

En 1982 publica Grupo, pensamiento y mito acerca de su teoría sobre los grupos. Allí nos cuenta que el libro comenzó en un workshop que presento en el Primer Congreso Argentino de Psicología y Psicoterapia de Grupo que tuvo Lugar en Buenos Aires del 13 de abril al 6 de mayo de 1981, y que la calurosa acogida que tuvo su trabajo lo estimula a publicarlo en forma de libro. Siempre destaca las "deudas de gratitud" con sus colaboradores, colegas y pacientes cuyos aportes y criticas le hicieron pensar y reformular sus hipótesis. Buby nos relata en el prólogo que la idea de escribir un libro sobre psicoterapia de grupo databa de los primeros años de la década del '50 cuando hada poco que junto a otros analistas hablan comenzado a trabajar con grupos terapéuticos:

"Era un proyecto grupal pero, como suele suceder en los grupos de trabajo, un subgrupo tome la delantera y escribió el libro que hubo de ser obra de todos. Eso nos enojó (es una de las únicas veces que Buby dice haberse enojado con un colega) a los que nos habíamos sentido arbitrariamente excluidos e hizo que abandonáramos el proyecto".

Rescatando su formación en group-analysis, la corriente inglesa en psicoanálisis grupal, Buby integro conceptos jungianos, como el de arquetipos, con aportes antropológicos acerca de mitos y rituales. Sus posteriores incursiones en el psicodrama, las técnicas de sensibilización, los viajes chamanicos, los ejercicios de imaginería, fueron enriqueciendo su teoría y su técnica, dando cuenta de una multifacetica visión sobre los fenómenos grupales que impide rotularlo o encansillarlo dentro de alguna "escuela".

Buby trato de hallar un mito para lo grupal, que fuera tan enriquecedor como lo fue el Edipo para el psicoanálisis individual. Tomo el viaje de Jasón y los Argonautas en busca del Vellocinio de Oro, como modelo de los pequeños grupos. En el mito el espíritu de grupo y la confraternidad está por encima de los intereses individuales. Rescató el concepto de "communitas", estado esencial y genérico del vínculo humano que no es simplemente una vivencia de exaltación en un clima de confraternidad, sino una experiencia transformadora, que va a las raíces del ser, que subraya la singularidad individual. Ese estado liminal y marginal (de margen), suprime los detalles de la diferenciación estructural, los roles diferenciados, las posiciones, las valoraciones y las categorías jerárquicas para encontrar algo profundamente comunal y compartido. Communitas, vínculo humano cuyos valores básicos son humildad, desprendimiento, confraternidad, condiciones en las cuales se generan mitos, símbolos, sistemas filosóficos, obras de arte.

Durante 1982 y 1983 dio un seminario sobre Psicoterapia de Grupo para terapeutas ya formados en la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. Y a partir de allí nació la idea de escribir Líder, detective y Chamán (ed. Docencia 1984), en cuyo prologo nos dice:

"Hay demasiado poco tiempo para informarse de lo fundamental en el campo científico y una cantidad astronómica de publicaciones para cometer el pecado de escribir solo por el placer personal de hacerlo, sin mencionar la deplorable conducta de los que publican para abultar sus currículos, sin tener realmente nada nuevo que decir.

El pensar que escribir un libro sobre aspectos generales de la Psicoterapia de Grupo -a pesar de la abundante bibliografía existente- podría ser útil para despejar errores y dar un horizonte más Libre y más creativo a los terapeutas de grupo y a los que están en formación, fue lo que me decidió finalmente a hacerlo".

En el final cita una (rase de Goethe: "Mira con los ojos bien abiertos, en la Naturaleza viviente encontraras materia para cada tiempo y aprenderás a ser modesto". Y enumera una serie de condiciones imprescindibles en un terapeuta de grupos. Habla de la modestia: "es una virtud muy escasa en nuestro gremio y sin embargo muy necesaria para hacer terapia de grupo. El narcisismo que todos llevamos y que no siempre atenúa el análisis didáctico puede reavivarse cuando uno se sienta en el sillón del terapeuta, frente a un grupo". Y nos advierte sobre los riesgos del abuso del poder en las figuras del terapeuta "despótico celoso guardián del encuadre "o en la tiranía del "terapeuta depositario de la verdad". Por eso aconseja "mirar con los ojos bien abiertos "a su grupo y a si mismo desempeñando su rol, y así aprender a ser modesto, sabiendo de antemano que es una virtud que tiene que desarrollar. Parte de esta modestia la deberá utilizar "respetando al grupo", dando por supuesto que el grupo siempre tiene razón y que no todo es "resistencia"

"...Cuando uno como terapeuta reconoce que se ha equivocado, no como confesión melancólica sino como constatación objetiva, el grupo lo valora y respeta mucho más y lo toma como ejemplo para que cada uno también pueda reconocer sus errores...".

"...Otra virtud muy necesaria es la paciencia, que nos ayuda a esperar que los cambios se produzcan verdaderamente, y además para poder tolerar las agresiones de ciertos pacientes, sin reaccionar de la misma forma...". También enfatiza la necesidad de expresar, si es necesario, el enojo, para mostrar que el terapeuta es una persona y no un robot sin sentimientos, ni tampoco que está atado de pies y manos por una supuesta ley superior que le impide reaccionar haga lo que haga el paciente.

Otro capítulo especial merecen los grupos de investigación sobre el cuarto nivel o nivel primordial en los grupos (descripto por S.H. Foulkes). Busco la manera de explorar ese nivel arcaico dedicando muchos años de su vida y sobre todo los últimos a esas investigaciones, con grupos formados por colegas, de los cuales Buby formó parte como un integrante más, trabajando con técnicas combinadas, meditación, visualizaciones, técnicas chamanicas, etc., para lograr regresiones grupales y estados diferentes de conciencia, donde encontró imágenes arquetípicas del inconsciente colectivo junguiano. Estos grupos fueron: el grupo Síntesis, que comenzó a fines de la década del '50 y continuo durante 30 años; el grupo de Investigación de los Martes, que comenzó en 1986 y continuo hasta el momento de su muerte; el grupo del Curso de la Asociación; el grupo del Laberinto; el grupo Diferente. Como relatos de esas experiencias escribió dos libros: Del laberinto al mito (Ed. del Autor, 1991), y De Líder a Chaman. Evolución de una idea (Ed.Docencia, 1993).

De su estoica y tenaz lucha con su enfermedad de cáncer, durante seis años, nos ha dejado el relato de sueños y vivencias que lo hicieron tomar contacto con la psicología transpersonal. En su libro Emergencias Espirituales (Ed. del Autor, 1992) relata las distintas alternativas que puede presentar el viaje del héroe, cuyos momentos cumbre suponen riesgo pero también oportunidad para la aparición de un nuevo y superior estado de conciencia y transforman radicalmente la vida.

Para poder cerrar esta apretada síntesis de una vida tan rica, volvamos a La Búsqueda del Pájaro Azul:

"...Cada uno tiene el necesario rol de ser el héroe de su propia vida. Toda verdadera enseñanza, toda tradición genuina ha buscado entrenar a sus discípulos para actuar este papel, para llegar a ser, de hecho, seguidores de la gran búsqueda del propio self. Santo o sannyasin, monje o aprendiz de artesano, guerrero sioux de la danza del sol, sheik musulmán o Caballero de la Tabla Redonda, todos están luchando por la conquista del dragón del Ego, el encontrar y liberar la pura esencia, el centro del ser. Cada uno debe ser el héroe de una historia: la propia".

"La sabiduría es poder aceptar la vida que uno ha vivido, con sus aciertos y sus errores y lograr una imagen de sí mismo, que sea at mismo tiempo real y aceptable para él".

Y cierra su libro con esta frase de Teilhard de Chardin: "...0jala puedas encontrar la senda que to lleve a lo más elevado de ti mismo, conserva la verdadera senda y espera el descubrimiento perpetuo y ten confianza en la vida. Eso es todo...".

 

 
1ra Edición - Diciembre 2018
 
 
 
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