Introducción
Desde
la ratificación de la Convención sobre los Derechos del
Niño (CDN) (Naciones Unidas, 1989) se produjo un cambio
radical, especialmente en el plano discursivo, en el tratamiento de
la problemática de la niñez.
El
debate sobre los derechos de la niñez se reinstala en un
momento en que los dispositivos estatales, promotores de justicia
social, se hallan en franco retroceso frente al avance de las
políticas de mercado. Existe una gran tensión entre la
retórica del discurso sobre la adhesión a la CDN y las
políticas económicas: se reconocen los derechos de los
niños y la ampliación de los saberes en torno a la
niñez, que contrasta con el deterioro de las condiciones
estructurales de vida de la infancia, por el crecimiento del
desempleo y la pobreza.
Numerosos
estudios demuestran que los trabajadores de los sectores formales
tienen mejores salarios y cuentan con mayor protección social
y laboral respecto a sus pares de sectores informales. Aunque sean
similares los niveles de habilidades, al ser más numerosos,
ganan menos, carecen de amparos y son los de menor nivel de
educación. Una de las causas más importantes de
deserción escolar radica en las limitaciones intelectuales
originadas en etapas tempranas de la vida, secundarias a la
repitencia: los niños "repetidores" se transforman
en un "peso" económico para la familia y finalmente
abandonan la escuela.
A
pesar del consenso en torno a la relevancia de los primeros años,
las peores condiciones socioeconómicas se concentran en esta
etapa.
Los
principales desafíos en materia de Desarrollo de la Primera
Infancia (DIT) surgen claramente de un conjunto de indicadores
clínicos "duros" sobre sobrevida y
morbi-mortalidad (número de muertes de niños menores de
un año de edad por cada 1000 niños nacidos vivos).
-Mortalidad
de menores de 5 años: indicador sensible del estado de salud,
con variaciones en los distintos países (media: 41/000); en
nuestro país es de 12.6 ‰.
-En
Latinoamérica, casi la mitad de la población son
menores de 18 años (47%,) y de menos de 5 años, el 15%.
(Araujo et al., 2015). En Argentina hay 12.333.747 niños y
adolescentes (0 a 17 años), el 30,7% de los habitantes {ver nota de autor 1}.
Según
un estudio de UNICEF (2016) que mide la pobreza multidimensional
(índice analítico que combina 28 indicadores de
privación: nutrición, violencia, etc.), el 30% de los
argentinos de 0 a 17 años es pobre y un 8,4% es extremadamente
pobre, fenómeno conocido como infantilización
de la pobreza,
común en América Latina, y que trasciende lo
monetario.
Hay
niños que pueden presentar retrasos en su desarrollo
relacionados con la desnutrición, bajo peso de nacimiento,
problemas médicos de distinto origen, posibles daños
cerebrales por complicaciones perinatales y otros factores
secundarios del ambiente extrauterino en un Sistema Nervioso Central
sin la capacidad de adaptación a una existencia autónoma
fuera del útero (deprivación socio- cultural,
nutricional y/o afectiva, etc.).
Quienes
viven en condiciones sociales, económicas y/o culturales
desfavorables (instrucción materna escasa; madre adolescente o
sola), enfermedad orgánica y/ o psíquica, sin apoyo
familiar ni cuidados o interacciones adecuadas, o si padecen factores
emocionales negativos (violencia, maltrato, abuso familiar,
negligencia), en general, el vínculo con el bebé es
inadecuado, y se puede alterar el desarrollo infantil, lo que se
manifiesta más tardíamente como dificultades
neuropsicológicos sutiles, moderadas o graves: bajo nivel
intelectual; labilidad atencional; de memoria, lenguaje,
comunicación, psicomotores, aprendizaje y/o conducta, etc. (
Amiel-Tison
et al., 1981).
En
hogares desorganizados o caóticos, los niños padecen
estrés tóxico, maltratos o abandono; desconocen
patrones de juegos, no predicen lo que ocurrirá y/o sufren
hospitalizaciones prolongadas sin la presencia de sus Cuidadores
Primarios (CP), lo cual origina sensaciones de inseguridad y
desconfianza. Igualmente, la
violencia ejercida hacia los pequeños los debilita y
probablemente la repliquen en su adultez; las
situaciones, hechos o condiciones generadoras de adversidad del niño
o del entorno, aumentan los desajustes y/o alteraciones
psicosociales, accidentes, enfermedades a repetición,
ineficiencia parental, inatención, negligencia, desprotección,
abandono, trabajo infantil, abuso, etc.
Los
niños con Necesidades Básicas Insatisfechas manifiestan
trastornos cognitivos asociados reiteradamente con activación
de circuitos corticales que involucran centralmente a la corteza
pre-frontal, y son diferentes a niños de otros sectores
sociales.
Estas dificultades en general son moderadas y se pueden detectar
desde los primeros meses de vida, lo que facilitaría una
evolución más favorable a través de sugerencias
a las familias y el aprendizaje de los padres como formadores de su
hijo (Rodriguez García, 2010).
En
nuestro país, los menores de 6 años en riesgo de
padecer un problema del desarrollo, conducta y/o emocional, varían
según el ambiente y la edad: en niveles medios el 10% está
en riesgo, y en los muy desfavorecidos, el 40% de los niños
(Romay y Schapira, 2012).
Los
medios de difusión (radio, cine, prensa, televisión)
y/o los encargados de velar por nuestra salud no prestan adecuada
atención a un tema significativo a pesar de su trascendencia e
implicancias:
los problemas del desarrollo psicomotor durante los primeros años
de vida. No hay clara conciencia de la importancia de esta etapa
sobre el desarrollo
psicosocial y
afectivo,
su funcionamiento cognitivo, emocional y social infantiles,
relacionados al aporte indispensable que los padres pueden hacer.
Como
gran parte del desarrollo corporal y cerebral humano tiene lugar
durante el inicio de la vida, si hay privación de alimentos y
atención requeridos, los infantes no desarrollarán
(Lipina et al., 2004) todo su potencial ni aportarán una
contribución plena a la sociedad del mañana. Estos años
se pueden caracterizar como un período
fecundo y crítico,
y no existe una segunda posibilidad.
Marco
teórico
La
Declaración de Alma-Ata sobre Atención Primaria de
Salud (APS) (OMS, 1978) estableció hace casi 40 años
que ésta es la clave para lograr que todos los pueblos del
mundo alcancen un nivel de salud que les permita llevar una vida
social y económicamente productiva. La APS es el primer nivel
de contacto de los individuos, la familia y la comunidad con el
sistema de salud, y debe ser accesible, eficaz, continua, amplia y
abarcar al niño y su familia.
Es la atención de
salud esencial basada en tecnologías prácticas,
científicamente fundadas, socialmente aceptables y a un costo
que la comunidad y el país puedan soportar.
Están
comprobadas las relaciones entre depresión y disminución
de la capacidad inmunológica; tensiones y colon irritable;
angustia y problemas cardiovasculares; rechazo materno y mala
absorción de los nutrientes, etc. El tratamiento es a veces
medicamentoso y otras educacional, pues un ambiente deficitario es
negativo para el desarrollo psicosocial y también para los
aspectos físicos, que interactúan en el bienestar
humano (Shapira et al., 2011).
La
niñez es una época de crecimiento y cambios rápidos
por lo que los controles pediátricos de niños sanos son
con mayor frecuencia cuando son más pequeños. Cada
control pediátrico incluye un examen físico completo
(registro del peso, la estatura y otras informaciones) por lo que es
un buen momento para enfocarse en el bienestar del pequeño,
mejorar su cuidado y prevenir problemas. La audición, la
visión y otros exámenes son parte de algunas consultas
y/o controles específicos.
La
inclusión en la consulta pediátrica de la evaluación
del desarrollo y un plan de intervención oportuna permiten la
detección precoz de trastornos en el desarrollo (Roy et al.,
1985). El diagnóstico precoz y el tratamiento temprano, si
fuera necesario, hacen su evolución más favorable y los
padres pueden alcanzar un aprendizaje como formadores de su hijo; el
amor y la comunicación fortalecen los vínculos (Giudici
y Schapira, 2015).
Estas
propuestas para fomentar el desarrollo normal de bebés sanos
se basan en el conocimiento de la neuropediatría moderna, la
teoría de Piaget (1970), el Modelo Transaccional de Desarrollo
(Sameroff, 2009) y el concepto de neurodesarrollo (NDT/Bobath).
Reseña
histórica
Actividad Asistencial: En
1978 las Dras. E. Roy, M. R. Cortigiani y quien suscribe organizaron
el Consultorio
de Atención Integral del Niño en el Hospital
Materno-Infantil "Ramón Sardá" (HMIRS),
de Bs. As. Los
pediatras tienen la dicha de cuidar a los niños en la salud y
la enfermedad, lo próspero y lo adverso, ver sus logros y
acompañarlos
en la supervisión de su salud integral.
Pueden valorar la etiología orgánica y la ambiental,
incluyendo la
evaluación del desarrollo psicomotor y un Programa de
Intervención Oportuna y Adecuada. Se enriqueció
la atención considerando aspectos psicosociales causantes de
dificultades y/o retrasos en el desarrollo, más un bagaje de
sugerencias prácticas y sencillas que enriquecen la
experiencia infantil, en una visión holística de los
niños y sus familias, a partir del trabajo transdiciplinario.
Éste constituye una relación compleja de profesionales
con la que se logra un nuevo marco conceptual y de acción, en
una actividad superadora y necesaria que facilita el abordaje de
nuestros complejos pacientes. Se muestran los diferentes programas de
seguimientos realizados (Vivas, 2011).
Programa
de
Atención
Primaria en Hijos de Madres Adolescentes (APHIMA):
con las Dras. E. Roy, M. R. Cortigiani y A. Oiberman y las Lic. B.
Szapú y N. Parisi, en un momento en que pocas instituciones
contaban con ellos, menos aún para menores de 16 años
embarazadas (eran derivadas a Servicios de Obstetricia), y no había
experiencia en la atención integral de la mamá
adolescente y su hijo (Schapira et al., 1999).
Programa
de Seguimiento de Prematuros
(RNPret) del HMIRS, a cargo de las Dras. N. Aspres, A. Benítez
y A. Galindo, se inició en 1986 y continúa,
con muy buenos resultados y gran adhesión de las familias
(Aspres et al., 1998, 2013, Larguía, 2008).
Según
Fava Viziello (1993) "…el seguimiento enfoca la evolución
de estos niños desde el punto de vista somático,
funcional y psíquico, poniendo de relieve la importancia de
las numerosas interacciones del médico y la familia….actividad
coadyuvada desde el inicio por otras figuras profesionales…
indispensables para estos niños…"
Al
convocarnos para evaluar el desarrollo de los RNPret, nos propusimos
acompañar y orientar el desenvolvimiento infantil desde las
primeras edades; realizar la vigilancia epidemiológica en
todos sus aspectos, facilitando el aprendizaje, previniendo
deficiencias y
corrigiendo
desviaciones precozmente.
-En
1996 se constituyó el Consultorio
de Desarrollo e Intervención Temprana (CENIT)
que abarcó diversas poblaciones:
Grupo
At.i.e.n.do (Atención interdisciplinaria en niños con
Síndrome de Down): junto
a las Dras. A. Ledesma y M. Rittler, y la Lic. A. I. Antoniutti se
hace el seguimiento desde el nacimiento a los 3 años desde
hace más de 10 años. El desarrollo y el crecimiento
infantil son un proceso global y gradual constituido por varios
factores que deben integrarse, la complementación de los
distintos profesionales encargados del niño y su familia
permite aproximarse a todos sus aspectos, con una visión
abarcativa y amplia de la problemática; el pediatra es el
médico de cabecera, y se relaciona con los distintos
especialistas.
Se realizan la atención y los controles pediátricos en
salud e intercurrencias; se coordinan las interconsultas (neurología,
fonoaudiología, genética, cardiología,
kinesiología respiratoria, psicología) y
Estimulación Temprana, con reuniones de padres y se acompaña
en la inserción al jardín común de los niños
más grandes (Schapira, et al., 2007).
-Grupo
A.N.H.E.L.O:
Atención
de Niños con Hendiduras Labio-alvéolo-palatinas y/u
Otras Fisuras).
RN
de alto riesgo internados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCIN):
RNPret, bajo peso al
nacer, asfixia neonatal, requerimiento de asistencia respiratoria
mecánica, sepsis/ meningitis, incompatibilidad sanguínea,
poliglobulia, patologías neurológicas, convulsiones,
hemorragias intercraneales, trastornos metabólicos graves,
infecciones intrauterinas, etc., quienes tienen posibilidades de
secuelas.
Diagnóstico,
evaluación, tratamiento muy temprano y seguimiento
de niños
desde el nacimiento con traumatismos al nacer; paresias y/o parálisis
braquiales, alteraciones kinesiológicas, etc.
Juegoteca
en la Sala de Espera del Consultorio de Pediatría del HMIRS:
Es un modelo de intervención que revaloriza los espacios y
tiempos destinados al juego espontáneo y la participación
y articulación de distintos actores sociales. Coordinada por
un equipo interdisciplinario capacitado, sus objetivos fueron
reforzar acciones de prevención primaria de la salud,
priorizando el apoyo a las familias, fortaleciendo sus vínculos,
promocionando el desarrollo psicomotor y emocional infantil,
transformando el tiempo ocioso de la espera en un espacio protector y
productivo, generador de aprendizajes e intervenciones educativas.
Todo esto sin costo económico adicional para los participantes
(Schapira, Gerometta. et al., 2017).
Desde
2015 a 2016 se organizó la Sección
de Desarrollo Infantil,
a cargo de quien suscribe.
Educación
para la Salud: El
objetivo fue generar y trasmitir conocimientos a todo el equipo de
salud, los padres de nuestro pequeños pacientes, las familias
y la comunidad que permitan ratificar o modificar pautas de atención
basadas en el análisis prospectivo y retroprospectivo
sistematizado de la evolución de los Recién Nacidos de
Alto Riesgo asistidos (Elboj Saso, 2003).
Actividades de Investigación:
Se realizaron
videos educativos,
presentaciones, artículos, libros, becas,
con los profesionales con los que trabajarnos codo a codo y fueron presentados en Congresos y
Jornadas del país y el extranjero; así como se
recibieron premios y subsidios (Romay y Shapira, 2003).
Se
efectuaron investigaciones epidemiológicas
y/o clínicas, con observación a largo plazo de
intervenciones
instituidas en la
etapa neonatal y la evolución alejada de los pacientes.Con la modalidad de
investigación/acción
(enfoque experimental
científico y programas de acción social, en respuesta a
problemas de la comunidad) a fin de mejorar los programas
elaborados, conocimiento de la población asistida, etc.,
identificando estrategias de acción, implementadas y sometidas
a observación, reflexión y cambio. Son instrumentos que
generan cambios sociales y de conocimiento de la realidad, y
proporcionan autonomía y certeza a quienes la realizan.
Se
estudió la aplicabilidad de la Escala de Evaluación del
Desarrollo Psicomotor (EEDP)
en
RN de término (RNT) sanos en hospitales públicos de
CABA y el Gran Bs. As.; nuestra población presentó un
Cociente de Desarrollo con valores similares a la chilena; además,
al comparar la EEDP con el Test de Denver, aquella mostró una
alta sensibilidad y especificidad, por lo cual es muy útil
para prevenir alteraciones de desarrollo y aprendizaje, y realizar
intervenciones, además de derivaciones oportunas y tempranas
(Slachevsky et al., 2005).
La
población asistida presentaba
ambos tipos de Riesgo, por lo que se incorporó el concepto de
Riesgo Mixto:
biológico (por los antecedentes perinatales) y
ambiental
(por el medio social y familiar deprivados: el
78% está comprendido en el Índice de Graffar 4-5),
causales ambos de elevados índices de riesgo/retraso en el
desarrollo.
Se
realizó el
seguimiento
de 152 díadas
madre
adolescente/ hijo durante los 2 primeros años de vida,
comparándose con un grupo de hijos de madres adultas; se
concluyó que eran de alto riesgo bio-psico-social, con un
elevado porcentaje de familias de origen desestructuradas;
acrecentada incidencia de RN de Bajo Peso y RN Pret al nacer. En
relación al desarrollo psicomotor y social,
hubo
una mejoría en el desempeño de estos niños; en
su mayoría, la familia de origen y la pareja dieron apoyo a la
joven en la crianza del bebé, favoreciendo el vínculo
temprano, y lactancia prolongada (entre 13 y 21 meses).
Se
confirmó que la EEDP era eficaz
para captar variaciones específicas en ellos; se observaron
diferencias estadísticamente significativas al operar con Edad
Corregida (E.Co. hasta los 2 años), momento en que los RNPret
equiparan su comportamiento con los RNT, pues la EEDP exige la
perfección
de la dimensión motora, mostrando las capacidades
como de 2 poblaciones distintas a los 4, 5, 7, 8, 9 y 12 meses.
Se
incluyó luego, como factor
de Riesgo Ambiental,
haber estado el RN internado en la UCIN, debido al estrés
sufrido por el bebe y su madre, alteraciones del vínculo
afectivo, etc.
Se
elaboró la Guía
para Padres de Prematuros, distribuida
en forma gratis y libre por Internet.
Con
el Grupo At.i.e.n.do, se llevaron a cabo varias investigaciones.
-Se
participó también de numerosos
trabajos de investigación multicéntricos.
En
2015 colaboramos en la elaboración del Instrumento de
Observación del Desarrollo Infantil para Niños Menores
de 4 años (IODI) desde la Dirección Nacional de
Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud de la Nación,
que responde a un nuevo enfoque epidemiológico infantil
dirigido a APS (Alchouronet al., 2017).
Actividades Docentes:
cursos sobre la temática durante 5 años consecutivos;
rotaciones de médicos residentes de Maternidad Sardá u
otros hospitales y profesionales de otras especialidades de CABA, del
conurbano, interior del país y extranjeros. En 2012 se inició
la Carrera de Especialización en Desarrollo Infantil, de la
Facultad de Medicina (UBA), hay tres sedes: Sardá, Htales.
Fernández y P. de Elizalde y Posadas (Sub-sede que depende de
la Sardá).
Auditoría:
La evaluación de los niños y el control de la
supervivencia y calidad de vida, posibilitan conocer la
morbimortalidad extrahospitalaria, avalar o corregir técnicas
o terapéuticas utilizadas en su período neonatal,
actividades desarrolladas en la UCIN y los diferentes Programas de
Seguimiento. La medición de la calidad de vida de los
pacientes agrega una importante dimensión, que no se limita a
valoraciones de los profesionales del área de la salud o
maestros, sino que se incorpora la percepción del estado de
salud de los propios niños y sus padres, en aspectos
emocionales, su capacidad de auto- cuidado, desempeño
escolar, conocimientos, movilidad, fertilidad, etc. (Shapira, 2009;
Romay et al., 2007).
Recursos
Humanos:
La mayoría de las profesionales que posibilitaron estas
actividades los hicieron en forma honoraria. Sería
probablemente imposible recordar a todos; ingresaban al consultorio
luego de una rotación por el mismo, una entrevista previa y
avalados por el Comité de Docencia e Investigación del
HMIRS.
Desafíos
del DIT: En
Latinoamérica, la controversia sobre el DIT es enorme debido a
las presiones demográficas y al incremento de la pobreza que
padecen la mayor parte de los países. Existen opciones
eficaces, poco costosas, adaptadas a las necesidades de los niños,
a las condiciones de vida de las familias, a la cultura y a los
recursos de los países. Su aplicación depende de la
construcción de una voluntad política y social
adecuada, entre las que se destaca el
juego, principal
actividad espontánea de aprendizaje y expresión de
capacidades infantiles en relación con el medio, indispensable
para el desenvolvimiento intelectual, afectivo y motor: el niño
aprende y conoce el mundo jugando (Messina y Silva, 2018).
Tecnologías
de la Información y la Comunicación (TIC:
TV, pantallas, celulares, etc.) Relacionadas al
DIT: pueden colaborar en integrar a las familias y a los
miembros de los equipos de salud en Actuaciones Educativas de Éxito
dirigidas a la transformación social y educativa. Con
conocimientos en consonancia con las teorías científicas
a nivel internacional, facilitan el fortalecimiento de la alianza
familia/ comunidad. Son factores claves para el aprendizaje en la
sociedad actual en las interacciones y la participación social
en el cuidado integral infantil y sus familias. Estas vías de
formación responden a necesidades de poblaciones jóvenes
y adultas de sectores populares. En base a datos de Unesco y Unicef,
existe un alto índice de uso de TIC en casi la mitad de la
población argentina (Vacchieri, 2013). Participamos en
programas de educación a distancia en el país y en
Ecuador, con ejes sobre el DIT, las condiciones de vida,
democratizando el acceso a la información y favoreciendo su
inclusión social.
Conclusiones:
En la Argentina la situación educativa es alarmante y se
agrava en los sectores de mayor vulnerabilidad social. El 44% de los
niños y jóvenes no terminan el nivel secundario, y de
los que terminan, la mitad no comprende correctamente textos. Es
necesario articular políticas de DIT para generar condiciones
de educabilidad, acompañando a las embarazadas y a los bebes
desde el nacimiento (nutrición, salud y hábitat);
organizar centros de cuidado y desarrollo infantil. Los programas de
apoyo a la Primera Infancia no se sostienen en el tiempo, dependen de
decisiones personales, muchas veces sin ningún tipo de apoyo y
son llevados a cabo ad-honórem, o con becas o subsidios
temporales (Vegas, 2006).
El
sistema de salud público recibe una cantidad de niños
en difíciles condiciones socio-económica que aumentan
el riesgo en salud, disminuyen la accesibilidad a los efectores y
ocasionan una desigualdad cada vez mayor. El área de Salud
puede y debe dar propuestas y soluciones adecuadas a estos graves
problemas.
Los
pediatras y todos los integrantes del equipo de salud (promotores
comunitarios de salud, enfermeros, trabajadores sociales, psicólogos,
kinesiólogos, psicopedagogos, etc.) tienen una condición
de privilegio en la supervisión de la salud infantil pues se
contactan inicialmente con niños de corta edad y sus familias
al realizar los primeros controles médicos, y son los
indicados para aportar apoyo y consejo a los padres en la crianza de
sus hijos.
Si
un país quiere progresar, tiene que proteger a sus habitantes
dándoles la educación que necesitan.
Todos
los chicos tienen derechos que deben ser respetados y atendidos; "no
nacen" al ingresar a la escuela primaria, llegan con una
historia previa, que debemos alimentar desde siempre.
Aunque
el siglo XXI es la Centuria
del Cerebro y
se
lograron grandes avances en las neurociencias, no se han concretado
propuestas de apoyo y facilitadoras del progreso al máximo del
DIT (Yuste y Church, 2014).
Cada
vez más pediatras se involucran en el diagnóstico y
tratamiento de la denominada nueva
morbilidad en pediatría,
que engloba los problemas de desarrollo, conducta y psicosociales y
abarcan entre el 24% y el 50% de las consultas (Schonhaut. y Roque,
2016). Es imprescindible que haya programas de intervención
temprana de alta calidad, sino muchos niños estarán
condenados al fracaso escolar, a la precariedad laboral posterior y a
la consecuente pobreza.
Una
de las mayores limitaciones para actuar oportunamente sobre la
problemática del DIT reside en que la educación en los
primeros años de vida prácticamente no existe como
responsabilidad estatal. Aunque calificados pedagogos e instituciones
plantean el beneficioso impacto de la escuela desde edades tempranas,
el 68 % de menores de 4 años no concurren a Jardines
Maternales estatales o privados; diversas experiencias muestran las
dificultades que encuentran los niños que llegan a la escuela
primaria sin la experiencia del preescolar o de las salas de jardín
(Shapira et al., 2011).
Propuestas:
Desde el área de salud queda mucho por hacer, por lo que
incorporamos una modalidad distinta de atención, que se ha ido
dispersando y mejorando con el tiempo, con resultados promisorios y
sustentables. (Cortigiani et al., 1985)
Trabajo
en equipos multidisciplinares de salud infantil integral,
usando herramientas sencillas incorporadas a las historia clínicas
para seguir y observar el DIT, detectar precozmente eventuales
desvíos, e intervenir en forma oportuna y adecuada, en su
contexto, y acompañando a los CP durante el proceso de
crianza.
Jardines
maternales en barrios y/o lugares de trabajo:
que las mujeres trabajadoras dispongan de espacios de óptima
calidad, con personal calificado que brinde el cuidado y el apoyo al
DIT, alienten, favorezcan y apoyen la lactancia materna de los niños
pequeños.
Visitas
domiciliarias para trabajar con las familias:
producen efectos 10
veces mayores
en las destrezas cognitivas que los programas de cuidado diario.
"el
primer paso…es la mitad del camino" (Nuria Nuy, 2016)
Agradecimientos:
A
todos los integrantes, compañeros y colaboradores, a nuestros
pequeños pacientes y sus familias, que nos apoyaron en
este camino tan hermoso y dinámico que es el DIT. Por su
permanente apoyo académico, estímulo e inspiración
intelectual se pudo
escribir esta reseña
sobre 40 años de actividad.
Notas
de autor
1.
Datos
del Barómetro de la Deuda Social. Diario HOY, La Plata, 7
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