Nota
editorial: Este
artículo fue originalmente publicado en la Revista Argentina
de Clínica Psicológica I (3). Agradecemos el permiso
para su reproducción.
Se
me ha pedido que escriba una biografía sobre la Dra. Telma
Reca; una vez más ante pedidos como estos, vuelvo a releer sus
trabajos y son ellos quienes mejor expresan su vida. Es por ello que
he decidido comenzarlo con algunas de sus frases que tan bien la
definen por sí misma, quizás con la esperanza de que
puedan apreciar su estilo y profundidad, así como su
envidiable capacidad de síntesis.
"El
tiempo ha pulido las aristas, ha marcado los escorzos, ha dibujado
claroscuros ha hecho emerger perfiles en la niebla... Y un otro tan
diferente de mi panorama interior que hube de ir cambiando lentes
espirituales, buscando foco mental para poder verlo..."
No
cabe duda de la anticipación de la Dra. Telma Reca, en
aquellos sus comienzos por el año 1928. Fijo su vocación
por lo humanístico mucho antes de llegar a su carrera. También
fijo su destino de médica y psiquiatra mucho antes. "Su
tempo" de los comienzos y "el tempo" que marcó
su trayectoria no siempre encontró coincidencias. Por ello fue
largo y arduo el camino que transito sin renunciar, no obstante, a lo
que fue su profunda vocación. Su espectro de actividad la
llevó a explorar y trabajar en el campo de la educación
desde lo preescolar a lo universitario. El campo de la salud mental
fue cobrando cada vez mayor relevancia hasta dejarla sin tiempo para
su solaz en la materia literaria que también fue vocación.
De ese entonces, 1932, con mención del Penn Club, data su
libro "De
la vida Norteamericana"
de donde extractamos la frase ya mencionada anteriormente.
"Nada
de lo que atañe al desarrollo, la salud y la vida del Hombre
me es indiferente, por eso he examinado en todo momento con sentido
crítico teorías y prácticas y he aceptado y
puesto en ejecución únicamente lo que, bien tamizado
por el cedazo de un fundado criterio clínico —psicológico—
psiquiátrico, parece verosímil y congruente, y que,
sometido a la experimentación resulta fructífero, de
inmediato y a distancia".
No
me queda más que detenerme a desentrañar este párrafo,
el peso de sus palabras y la coincidencia con su proceder, por ser su
conducta tan transparente como sus actos, son principios válidos
para todo aquel que como ella, se dedique a trabajar con el ser
humano. Este mensaje no solo deja entrever su visión
humanística, su concepción de vida, su vocación
y su rigor científico, también dan la idea de su
humildad, cuidado y respeto por los demás tanto en las
relaciones personales como con sus pacientes. Su inquietud por
aprender, aprehender, conocer, analizar, saber, fueron siempre un
desafío y a su vez, un estímulo para su desarrollo en
el campo profesional. Modelo que quienes estuvimos cerca de ella,
pudimos incorporar a la tarea diaria.
"Enemiga
de los rótulos —que encubren dogmas y fomentan sectas—
y convencida de que la calificación de un procedimiento y una
actitud dentro de corrientes teóricas varias debe surgir de la
comprensión del significado del pensamiento que lo fundamenta
y que su evaluación debe proceder del examen de los caracteres
y la comprobación de los resultados de sus aplicaciones
prácticas..., dentro de esta tesitura, me ha parecido
indispensable formular esa calificación definitoria en
términos que no justifiquen perplejidad, dudas o
interpretaciones erróneas."
Aquí
aparece Telma posicionándose frente a un largo camino; su
manera de andar por él nace del vamos, con exigencias por una
parte, y con la libertad que implica aceptar el desafío de
verificar, cotejar en la acción su proceder. La unión
indisoluble entre la teoría y la práctica le permitió
examinar permanentemente los resultados de las acciones terapéuticas
y no dejarse tentar por definiciones ajenas y posiblemente
descontextualizadas. Si bien esto supone una tarea ardua y cuasi
artesanal, esta también resultó ser la manera de
alejarse de las rotulaciones esquemáticas y facilistas. Esto
explica además la razón por la cual no solo se dedicó
al trabajo clínico, sino que también amplio su campo y
perspectiva en la investigación y la docencia.
Pero
es necesario aquí, hacer un poco de historia para conocer su
trayectoria.
Desde
1928, año en que la Dra. Telma Reca egresa con diploma de
honor de la Facultad de Medicina, hasta junio do 1979, que fallece,
se cumplen más de 50 años de su actividad profesional.
En 1932, con su tesis de doctorado "Delincuencia
Juvenil" merece
el premio Eduardo Wilde. De allí en más se vuelca su
interés y elección por el campo de lo psicológico
y psicopatológico del niño y el adolescente.
En
1934, en un modesto consultorio de Higiene Mental, que después
pasó a ser el Centro de Psiquiatría y Psicología
de la catedra de pediatría quo dirigía el Prof. Acuña
en el Hospital de Clínicas, se instaló a cargo de lo
que sería el primer servicio, en los países de habla
castellana, y en el que enfocó el aspecto psicológico -
psiquiátrico de los niños con trastornos psíquicos.
Fueron sus primeros pasos destinados a crear conciencia,
especialmente en el ámbito pediátrico, sobre todo lo
que debía entenderse en cuanto a dichos aspectos. Privilegio
las demostraciones clínicas para lograr una mayor comprensión
en el medio profesional, en el que utilizo también con gran
anticipación la cámara de visión unilateral
"cámara de Gessel". Maestros y profesores,
conjuntamente con la aceptación creciente del público,
se fueron acercando para lograr un mayor conocimiento del campo
psicológico, libros tales como la "Inadaptación
Escolar; problemas de conducta del niño en la escuela",
"Personalidad
y Conducta del Niño", "Psicoterapia en la Infancia",
así como numerosas publicaciones en revistas especializadas,
datan de esa época.
Fue
gestora de la carrera de Psicología y primera Profesora
Titular y dictó Psicología Evolutiva y Clínica
de Niños desde 1958.
Sobre
la base de un proyecto presentado por la Dra. Telma Reca se creó
en 1958, el Departamento de Psicología y Psicopatología
de la Edad Evolutiva con actividades destinadas a la capacitación
y formación de profesionales tanto en medicina como en la
naciente carrera de Psicología (Filosofía y Letras).
Fue un centro irradiador, interdisciplinario, con asistencia,
docencia e investigación, en el que colaboraron más de
50 profesionales y donde permanentemente, la tarea clínica, la
teoría, las técnicas estaban al servicio de una mayor
comprensión de los problemas existentes y un mejor abordaje
terapéutico.
Lamentablemente,
en 1966, con el golpe de Estado de Onganía, se frustra toda la
trascendente tarea que venían realizando Telma y sus
colaboradores en el Departamento de Psicología y Psiquiatría,
en asistencia, docencia e investigación. En ese momento Telma
presidia el Congreso Internacional de Psiquiatría Infantil en
Edimburgo. Con el conjunto de sus colaboradores, que en su apoyo
renunciaron ante tamaño atropello, se organizó
C.E.A.M., Institución Privada cuyo fin fue continuar la tarea
del Departamento.
Telma
Reca fue desarrollando incansablemente su tarea y su teoría.
Pudo acceder a otras oportunidades que se le ofrecieron en Brasil,
Venezuela, y otros países donde sus desarrollos no pasaban
inadvertidos. Siempre viajaba accediendo a invitaciones
participativas a Congresos, Seminarios, Conferencias, Reuniones
Internacionales. No quiso renunciar al compromiso de estar en su país
y en él seguir.
Su
enfoque teórico que llamo "Genética
- Dinámico Profundo"
y que expuso funda-mentalmente en su obra "Psicología,
Psicopatología, Psicoterapia"
(1973), es un modo de comprender y actuar, considerando al niño
y al joven una unidad biopsicosocial, donde la interrelación
dinámica de lo externo e interno da por resultado ese
individuo totalmente singular y cuya problemática debe ser
tratada en esa interrelación.
Como
factor genético, interpretamos lo evolutivo total, factor
intrínseco hereditario que concurre a la maduración,
entendida esta como diferenciación de estructuras, funciones y
fenómenos conductuales, cuyo surgimiento no es consecuencia de
la acción específica de factores externos. Son
elementos de especie, de raza, e individuales.
Lo
dinámico supone el reconocimiento de una interrelación
constante de fuerzas en la conducta y la relación del
individuo con los demás y consigo mismo, ambos transformantes
y transformados en una estrecha serie de acciones y reacciones
reciprocas continuas.
Partes
o sectores del mundo endopsíquico no accesibles al
conocimiento directo del propio individuo, ni de otros, conforman
componentes de lo profundo, que parece conjugar tendencias,
disposiciones o fuerzas motivadoras y directivas de la conducta y
contenidos de experiencia. Se ponen de manifiesto en productos de la
fantasía, de los sueños, de conductas y reacciones
aisladas o se tratan de inferir mediante la consideración y el
análisis del contexto total del comportamiento.
Dentro
del área de investigación coincidente con su afán
de realizar un trabajo certero, cuidadoso y a su vez exitoso, llevó
adelante varias investigaciones. Se inicia y desarrolla una
investigación Longitudinal de la Niñez en áreas
urbanas y suburbanas en varias regiones del país, cuyas
conclusiones han sido publicadas y transmitidas en diferentes
Congresos y Publicaciones de la Universidad de Buenos Aires.
De
más está decir, que la fundamentación de varios
de sus libros fueron hechos sobre la base de investigaciones y de
seguimientos clínicos que los sustentaban; para mencionar
algunos, podríamos nombrar por ejemplo:
Trabajo
de investigación realizado en Educación y asistencia de
la edad preescolar de la ciudad de Buenos Aires.
Trabajo
de investigación realizado sobre la inadaptación
escolar.
Trabajo
de investigación sobre psicosis en la adolescencia
especialmente en la caracterización de "Bordeline",
etc.
Todas
ellas dieron pie a esta lista de libros que mencionamos:
Problemas
de conducta en la infancia.
Ed. Radio Revista, 1939.
La
conducta de los niños.
Ed. Biblioteca, 1939.
Psicoterapia
en la Infancia.
Ed. Paidós, 2' edición, 1963.
La
inadaptación escolar; problemas de conducta del niño en
la escuela.
Ed. Ateneo, 5' edición, 1964.
Problemas
psicopatológicos en Pediatría.
Ed. Eudeba, 3" edición, 1971.
El
caso de Ricardo Mendía: psicosis y psicología profunda
del niño.
Ed. Poligráfica Argentina, 1966.
Psicología,
Psicopatología, Psicoterapia.
Ed. Siglo XXI, México, 1973.
Psicosis
en la Adolescencia. Ed.
Paidós, 1979.
Temas
de psicología y psiquiatría de la niñez y
adolescencia.
Volumen
I, 1969; Volumen II, 1970; Volumen III, 1971; Volumen IV, 1975.
Dejo
en esta biografía plasmada apenas un atisbo, un esbozo, una
mirada e idea de la personalidad y conducta de alguien que resultó
mucho más que una maestra para mí.
Para
alguien que recibió propuestas del extranjero, pero no
obstante decidió quedarse en su país, ese mucho más
que me significó Telma, debe ser compartido por todos en pos
de reconocer la riqueza y el valor de nuestras propias raíces
y profundizar la búsqueda de nuestra propia identidad.